Amaya P. GIÓN

Una conductora de 52 años, A. V. P., vecina de Oviedo, perdió ayer la vida en el Hospital Central, donde ingresó en estado muy grave tras chocar con su coche contra un todoterreno en la carretera que conduce al faro de Avilés, a la altura de la cantera del Estrellín. Su marido, M. D. V., que viajaba como copiloto, se encuentra muy grave, mientras que el conductor del todoterreno, un empresario del polígono de Maqua, que circulaba correctamente en sentido Avilés -según fuentes policiales-, resultó ileso.

La pareja, con dos hijos de 20 años y que regenta una academia en la capital asturiana, pretendía disfrutar del Martes de Campo, festivo en Oviedo, en la comarca avilesina. La jornada de asueto acabó en tragedia. El accidente se registró alrededor de la una y media de la tarde en la carretera AS-328, un vial que soporta un intenso tráfico pesado a diario y objeto de reiteradas críticas, dado su abandono y falta de mantenimiento. Según las primeras hipótesis, la mujer, que circulaba en un turismo Ford Fiesta matrícula 0-1631-AB en dirección al faro avilesino, perdió el control del coche -el firme estaba mojado por la intensa lluvia- e invadió el carril contrario embistiendo a un todoterreno Volskwagen Touareg con placa 1952-CPL.

Al lugar del siniestro acudieron Bomberos de Asturias con base en Avilés, una uvi móvil, una ambulancia de soporte vital básico, agentes de la Policía Local de Avilés y de la Guardia Civil y el médico de atención primaria de Valliniello. Los Bomberos tuvieron que excarcelar a la pareja, que quedó atrapada en un amasijo de hierros por el fuerte impacto.

La conductora fue trasladada inmediatamente al Hospital Central, dada la gravedad de sus heridas, y falleció poco después, confirmaron en medios sanitarios. Su marido, que en un principio fue trasladado al Hospital San Agustín, permanecía al cierre de esta edición en estado grave en la uvi del hospital ovetense y sufre traumatismo torácico, entre otras lesiones, según la misma versión.

«El coche venía haciendo eses, frenó y se vino hacia mi carril», explicaba, tras el accidente, el conductor del todoterreno, Miguel Ángel Olmos, un empresario asentado en el polígono de Maqua desde hace veinticinco años. Para Olmos, el de ayer «no es ni el primer ni el último accidente que se registra en esta carretera» y puso el grito en el cielo por el deficiente estado de un vial que comunica Avilés con la margen derecha del puerto y con el polígono de Maqua. «El Principado tiene que meter mano aquí. Tiene que hacer una carretera en condiciones a la voz de ya», protestó el empresario, que cada día, desde hace un cuarto de siglo, recorre la carretera que ayer se cobró la vida de la ovetense A. V. P.