La Policía Nacional acudió ayer al número 4 de la calle San Bernardo tras recibir la llamada de un vecino que paseaba por la calle cuando una mujer se asomó a la ventana pidiendo socorro. Según explicaron los testigos, la mujer aseguró que su pareja la estaba golpeando «y que quería matarla». Los agentes acudieron con celeridad al domicilio de la mujer, que no necesitó asistencia médica. No se practicó ninguna detención. Las sirenas de la policía alertaron a numerosos vecinos, que se arremolinaron en la zona mientras duró la operación. «No es la primera vez que ocurre algo similar en esta vivienda, siempre están con líos», aseguró una vecina que reside en la misma calle.