Dos hombres murieron acribillados a tiros a las puertas de un club de alterne de Avilés en la avenida de Lugo, pasadas las nueve de la noche, en lo que parece un ajuste de cuentas. El presunto autor de los disparos, el dueño del club -según los testigos-, se dio a la fuga. Una de las víctimas es Roberto Lazcano, conocido empresario de la noche avilesina. La otra, un hombre de origen turco que habitualmente le acompañaba, que responde al nombre de Hassan y que residía en Avilés desde hacía aproximadamente un año. La Policía inició de inmediato la búsqueda del presunto asesino en el barrio de La Luz, donde reside, y por medio de su coche, un Renault Mégane de matrícula GPY.

El suceso mantiene en alerta a la Policía, que teme que en las próximas horas se produzca una sangrienta revancha tras un incidente que ayer conmocionó a la ciudad. «La que se va a preparar ahora, va a haber una masacre», comentaban entre ellos allegados a las víctimas.

En una escena digna de película, el presunto asesino esperó a que Roberto Lazcano y su acompañante se acercasen al club Los Arcos. Antes de que entrasen en el local, salió armado con una pistola y disparó al menos nueve balas que acribillaron a los dos hombres, ambos con edades que superan los 30 años. Según los testigos, el crimen fue brutal y a sangre fría. Incluso el presunto asesino remató a una de sus víctimas en el suelo y en la huida pasó con su coche por encima de uno de los cuerpos.

Los cadáveres quedaron tendidos en el suelo, uno a cada lado de la carretera, y la alarma cundió en el barrio, con el eco de los disparos aún resonando. Los servicios médicos poco más pudieron hacer que certificar la muerte y los agentes de la Policía Nacional iniciaron las pesquisas. Los testigos identificaron al autor de los disparos como el dueño del club, por lo que poco después los agentes comenzaron su búsqueda.

El padre de Roberto Lazcano, también vinculado a la noche avilesina y muy conocido en la ciudad, acudió al lugar del crimen y contempló desolado el cadáver de su hijo mayor, cubierto por una lona azul. Tuvo que ser atendido por los servicios médicos tras sufrir un ataque de ansiedad.

Agentes de la Policía Nacional y la Policía Local efectuaron un amplísimo despliegue en la zona, lo que convocó a numerosos curiosos. Los allegados a las víctimas también se acercaron al lugar. Fue entonces cuando afloraron los comentarios. Según personas cercanas a las víctimas, éstos habían iniciado una discusión con su presunto asesino a primeras horas de la tarde. Pero otras fuentes aseguraron que las desavenencias venían desde hacía meses. A última hora de la tarde Roberto Lazcano y su acompañante se dirigieron al local. Algunos testigos aseguran que llevaban palos. Según este testimonio, el portero de Los Arcos avisó al dueño y antes de que intercambiasen una sola palabra, recibieron la lluvia de balas que impactó primero contra Hassan. Roberto Lazcano intentó huir, siempre según este relato, pero antes de llegar a su coche cayó abatido.

Pasadas las 23.30 de la noche, la Policía Nacional proseguía con la toma de declaración a los testigos y continuaba con la búsqueda del presunto asesino, indicaron fuentes policiales, por lo que se espera una próxima detención.