Saúl FERNÁNDEZ/

Francisco L. JIMÉNEZ

En la fábrica avilesina de Alcoa se han activado todas las alarmas. Los responsables de la factoría comunicaron ayer a los representantes de los trabajadores que les resulta imposible garantizar la continuidad del complejo a partir de 2011. Tal noticia cayó como un jarro de agua fría en medios sindicales. «La palabra no es preocupación; estamos realmente angustiados», manifestó uno de los portavoces sindicales.

La mala nueva llegó en el transcurso de una reunión convocada por la empresa para dar conocer a los miembros del comité (formado por los sindicatos CC OO, UGT y ATA) los términos del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que presentarán a la autoridad laboral por motivo de fuerza mayor en un intento de hacer viable la fábrica. El ERE es «duro» en sus planteamientos, según fuentes sindicales, pero ayer no tocaba hacer valoraciones del documento, entre otras cosas porque al tratarse de una circunstancia de fuerza mayor la empresa no necesita del visto bueno de los sindicatos para proponer el ajuste laboral a Trabajo; le basta tan sólo con haberlo comunicado, que fue lo que hizo ayer.

Las líneas maestras del ERE que propone Alcoa son una duración de cinco meses (del 1 de julio al 1 de diciembre) y la afectación sobre 417 de los 538 trabajadores que integran la plantilla (el 77,5 por ciento). Estas cifras incluyen tanto al personal activo como a los prejubilables y a los jubilados parciales. La empresa, según comunicó ayer, se reserva el derecho de llamar a empleados a discreción para que trabajen en las tareas de reconstrucción de la fábrica si resultase necesario.

Lo peor, comentaron en medios sindicales, no es la duración ni el número de incluidos en el ERE, sino sus condiciones económicas. Según las estimaciones iniciales que hicieron ayer las centrales, cada trabajador perderá, de media, 6.000 euros de sus emolumentos durante los cinco meses que dure el ERE. Esto es consecuencia de la supresión de todos los pluses y complementos. Los salarios que propone Alcoa son «básicos»: 1.086 euros mensuales en el caso de los empleados casados y sin hijos, 1.200 para los que tengan un vástago y 1.300 para los que tienen dos o más hijos.

Dentro del ambiente de máxima preocupación en que quedaron sumidos ayer, los representantes sindicales quieren actuar con la cabeza fría. Hoy mismo tienen previsto reunirse a las 11 de la mañana con la dirección de la empresa para intercambiar pareceres y tratar de «limar» en la medida de lo posible las condiciones del ERE. Y el lunes, día 21, se celebrará una asamblea general de trabajadores en el centro cívico de Los Canapés (19.00 horas) en la que se comunicará a la plantilla todas las novedades que se produzcan en las próximas horas.

La fábrica de Alcoa paró el pasado jueves como consecuencias de las lluvias torrenciales que inundaron la subestación eléctrica, provocando un corte de energía que bloqueó todo el proceso productivo.

Poco a poco, pero algunas cosas están volviendo a su seno en la fábrica avilesina de Alcoa. Así, la empresa ya ha logrado poner en marcha los hornos de fundición números 2 y 3. «Es un primer paso, pero no podemos echar todavía las campanas al vuelo», comentaron en medios sindicales. El departamento de fundición de la factoría avilesina es el que tiene más avanzada su recuperación. La alegría será mayor si con el encendido de los hornos se consigue fundir el mazacote de aluminio que quedó solidificado en su interior cuandó la fábrica quedó sin energía por culpa de la inundación de hace una semana.