Elisa CAMPO

La capilla de Los Alas, ubicada en el corazón mismo de la historia avilesina, esconde un secreto celosamente guardado: bajo sus muros se conservan los restos de una construcción anterior, que podría estar construida antes del siglo XIII -la capilla es del siglo XIV-, aunque todavía no se puede concretar más la fecha. El hallazgo abre nuevos interrogantes sobre los orígenes de la Villa, y plantea nuevas líneas de investigación. Este es uno de los resultados de la excavación que se está realizando en el edificio, en el marco de la intervención programada por la Consejería de Cultura y que tiene como objetivo recuperar el lustre de esta construcción funeraria, situada a caballo entre el románico y el gótico, que constituye una de las joyas del patrimonio asturiano. El otro gran descubrimiento es el de que la capilla de Los Alas tiene las proporciones de un cubo perfecto.

Las evidencias de que la capilla se asienta sobre una estructura anterior se encuentran bajo dos de los muros del edificio: el de entrada, u occidental, y el sur, que es el que se sitúa junto al ábside de la iglesia de los Padres. Uno de los muros es especialmente ancho, de gran robustez. «Todavía no hemos podido contextualizarlo bien, pero parece una estructura medieval y defensiva», explicó Ríos. El arqueólogo descarta que se trate de una pieza de la muralla medieval que está fechada entre los siglos XI y XII. «Estamos intentando localizar más datos, pero está muy arrasado», añadió. El supuesto bastión ocupa todo el frente de la capilla, y también su muro meridional. Una de las hipótesis es que pertenezca a un bastión defensivo anterior al de la muralla medieval, lo que arrojaría nueva luz sobre los primeros siglos de la historia de Avilés, aunque también podría ser una pieza independiente del cinturón amurallado.

En opinión del historiador del Arte y profesor de la Universidad de Oviedo Vidal de La Madrid, miembro del equipo que coordina los trabajos, sería imprescindible una excavación más extensa en todo el conjunto histórico para sacar a la luz más detalles de los orígenes de la ciudad. En este punto coinciden tanto Ríos como el arquitecto Jorge Hevia. Las miradas se centran sobre la iglesia de los Padres Franciscanos, cuya fábrica es de origen románico, y que requiere un plan director para su conservación y para planificar su investigación arqueológica.

«Lo que está claro es que esta es una zona con ocupación anterior, pero lo que podamos descubrir ahora está muy limitado por el tiempo y presupuesto de la intervención», apuntó Sergio Ríos. Las catas realizadas estuvieron también encorsetadas por la precaución de no afectar a los cimientos de los edificios adyacentes. Para De La Madrid, resulta especialmente interesante «hasta qué punto la estructura hallada es anterior al siglo XIV». Según el arquitecto Jorge Hevia, las perspectivas son muy halagüeñas. «Vamos a ver qué más se puede descubrir», indicó.

Pasa a la página siguiente

«Todavía no hemos podido contextualizarlo bien, pero parece una estructura medieval y fortificada; intentamos localizar más datos, pero está muy arrasado por las sucesivas intervenciones»

>

Arqueólogo

«Hay una fábrica de espesor notable, aún sin datar, pero que abre prespectivas interesantísimas, vamos a ver qué más se puede descubrir»

>

Arquitecto

«La estructura tiene que ser anterior al siglo XIV, lo que resulta muy interesante es averiguar hasta qué punto puede ser anterior»

>

Historiador del Arte