Soto del Barco,

T. CASCUDO

El Servicio de Inspección y Vigilancia Pesquera, dependiente de la Dirección General de Pesca, detuvo el miércoles a un joven furtivo con 14 kilos de percebes de alta calidad. Es la segunda detención de este tipo que se produce en la costa entre Avilés y Vegadeo en lo que va de año.

El furtivo, que responde a las iniciales de D. G. F., fue localizado en la zona de La Deva por los agentes con base en Luarca cuando recorría a pie una de las peñas. El agravante de esta detención, registrada en torno a las tres y media de la tarde, reside en que se trata de un profesional en activo durante las épocas autorizadas y que en temporada de veda se dedica al furtivismo.

Los agentes del Servicio de Inspección se incautaron de los 14 kilos de percebe -que podrían venderse a cincuenta euros el kilo- además de diversos materiales de trabajo como bolsas y el traje de neopreno. El joven, vecino de Candás, fue detectado desde la embarcación de los agentes y con la ayuda de un catalejo. No obstante, una vez estos llegaron a su altura no presentó resistencia alguna y entregó los materiales que le reclamaron.

El furtivo ya había sido denunciado en otra ocasión por lo que disponía de antecedentes en la captura ilegal de percebe. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que este percebeiro ya estaba en el punto de mira del Servicio de Inspección desde hacía algún tiempo. El caso es que, de nuevo, el sector percebeiro occidental recibe una buena noticia.

La última detención por un delito similar se registró el pasado mes de mayo cuando el Servicio de Inspección y Vigilancia Pesquera dio con otros dos furtivos. En este caso la carga de percebes que se les detectó no superó los diez kilos pero también llevaban consigo cuatro kilos pescado. Ambos percebeiros, dos hermanos cuyas iniciales responden a R. G. C. e I. G. C. , solían frecuentar la zona del Cabo Vidio en Oviñana y buena parte del Occidente ya que disponían de una zodiac para sus desplazamientos. La detención fue compleja y obligó a los agentes a perseguirles hasta San Juan de La Arena, donde curiosamente también se ha registrado la última detención.