Portimão,

Rubén SAMANIEGO

«Los pescadores tradicionales se convertirán en criadores de peces». Así de tajante se muestra Rui Silva, profesor de Acuicultura de la Universidad de Algarve, en Portugal. Silva ofreció una charla sobre el futuro de las piscifactorías a los alumnos de la Universidad Itinerante de la Mar (UIM), con sede en Avilés, a bordo del «Creoula», que desde ayer permanece atracado en Portimão.

Según los estudios en los que ha participado este profesor, se estima que si continúa a este ritmo la explotación de las reservas pesqueras, el 90 por ciento de las poblaciones marinas pueden desaparecer en el año 2048. Son datos que, según Silva, hacen pensar en que hay que tomar cartas en este asunto. Una posible solución, a juicio del profesor portugués, es la cría de pescado en cautividad.

Silva afirmó que «las piscifactorías son el futuro». En la actualidad los peces de estas explotaciones son más carnosos que los salvajes. Según explicó el profesor, al principio existe una diferencia de sabor entre la especie que se cultiva en cautividad y aquellas que son capturadas a través de la pesca tradicional, «pero cuanto más se trabaja con una especie se mejora el sabor, como es el caso de la trucha o el salmón que apenas hay personas que conocen el sabor de un ejemplar salvaje», explicó Silva a los alumnos.

Hasta ahora se cultivan especies de agua dulce. El reto al que se enfrentan los investigadores es conseguir la cría de peces marinos como bacalao, lenguado, sargo, garopa o panga. «Se trata de investigar en aquellos peces que se puedan llevar directamente a la mesa, que tengan un valor comercial», afirmó Silva.

En cuanto a la alimentación de los peces que se crían en cautividad, por el momento es a base de harinas de pescado realizadas con sardina, que es una especie que tiene un alto índice reproductivo y no escasea. Aunque se teme que al potenciarse entren en riesgo. Por eso «estamos investigando en otro tipo de harinas, con proteína vegetal y no animal para la alimentación de las especies», dijo Silva. Por el momento los resultados obtenidos por los científicos son una reducción en un 20 por ciento de la composición animal en las harinas y, pese a ello, el pescado de piscifactoría ha mantenido la calidad.

El futuro se dibuja con la cría de especies en cautividad para no arrasar con las reservas pesqueras mundiales. En el 2006 el cultivo en piscifactoría supuso 67 millones de toneladas en el mundo, frente a las 93 de la pesca extractiva.

Según el profesor Rui Silva, en un futuro no muy lejano las piscifactorías se instalarán en alta mar. Explicó que se haría «en una especie de jaulas en mitad de las aguas marinas donde los pescadores en vez de ir a pescar irían a alimentar a estas especies». Una opción de futuro en la que, según comentó el profesor de la Universidad del Algarve ya se está trabajando por que «hay tecnología suficiente para ello».