San Juan de Nieva (Castrillón), S. FERNÁNDEZ

Los primeros siete días tras los tres incendios de Asturiana de Zinc (Azsa) han sido de esfuerzo constante para recuperar la normalidad. En menos de una semana la empresa que preside Santiago Zaldumbide ha logrado producir y vender lingotes listos para el proceso de galvanizado (baño de cinc fundido sobre acero para evitar que este se oxide). El principal comprador de este producto de la planta de San Juan de Nieva es la multinacional Arcelor-Mittal, especialmente, su fábrica avilesina.

Los lingotes para galvanizado (galvas) pesan entre 1 y 2 toneladas y son de aleaciones, esto es, no sólo contienen cinc. En la planta de San Juan de Nieva hay tres subdepartamentos de fusión que se alimentan de cinc electrolítico. El único de los tres departamentos que está a pleno rendimiento es el tercero, precisamente, el que tiene el horno más potente: el número 7. Los departamentos de fusión número 1 y número 2 aún se mantienen en «stand by», en manos de los técnicos electricistas.

En el proceso productivo de Asturiana de Zinc ha surgido un embudo que no se encuentra, paradójicamente, en las naves de electrólisis, que fueron las que sufrieron directamente las consecuencias de las llamas. El embudo está en el departamento fusión porque tres de las cuatro naves de electrólisis trabajan al cien por ciento y la cuarta, la nave A, lo hace al cincuenta (las tres máquinas arrancadoras sólo extraen diecisiete chapas de cinc electrolítico en cada uno de los tres turnos del día, cuando lo habitual es el doble). Por esta razón la dirección de la compañía y los trabajadores se afanan ahora por reparar los seis hornos de fusión que, en este momento, mantienen caliente el cinc con que fueron cargados hace siete días, la jornada de los siniestros.