Dibujante de cómics

Rubén SAMANIEGO

Ben Templesmith (Perth, Australia, 1978) es un dibujante de cómics que trabaja para esta industria en Estados Unidos. Está de paso por Avilés con motivo de las XV Jornadas del Cómic. Entre sus trabajos destacan «30 Días de noche (30 Days of Night)» junto a Steve Niles; «Fell», con Warren Ellis; «Wormwood: Gentleman» o «Fábrica de pesadillas». Templesmith recurre a las historias de vampiros, pero «de los malos», ya que huye y hasta repudia al «vampiro romanticón». Durante la entrevista, el ilustrador Templesmith dibujó personajes varios con colmillos ensangrentados para un grupo de admiradores que atendían entusiasmados a cada trazo.

-¿Cuándo nace su pasión por los tebeos?

-Desde pequeño me gusta dibujar. De niño quería ser paleontólogo porque me encantaba pintar dinosaurios. A los seis años descubrí los cómics y desde entonces tuve claro que quería contar una historia. Empecé a aprender poco a poco y no he parado hasta ahora.

-¿Su primer trabajo?

-Fue gracias a internet. Colgué en la red algunos de mis dibujos. A la gente les gustaba. Una de las personas que vio esos dibujos fue Tom McCarney y me contrató. No he parado de trabajar desde aquel momento hasta hoy. Entonces tenía 23 años.

-Le gusta estar en todo el proceso productivo de la viñeta: desde el guión hasta el dibujo y el color...

-Efectivamente. No sólo me gusta todo lo que tiene que ver con el dibujo. Ahora escribo mis propios guiones. Además, soy licenciado en diseño gráfico. Lo que todavía no hago es el rotulado, los diálogos en los bocadillos, pero poco me falta.

-Cuando se habla del género de terror en los últimos años siempre aparece su nombre...

-Me gustan los vampiros, pero no me decanté por ese proyecto porque fuera de terror, sino porque la historia era buena. El guionista me pasó una serie de historias y esto es lo que más me llamó la atención («30 días de noche»). Me gustan mucho los vampiros, pero no soy un enamorado de ellos. Ahora estoy saturado, dudo mucho que vuelva a hacer una historia de vampiros, al menos por el momento.

-¿Qué tal se llevarán las nuevas tecnologías con el cómic?

-El formato papel no va a desaparecer pero de lo que no hay duda es que el futuro es online. Habrá mucha más oferta que ahora y más variedad dónde elegir.

-¿Qué opina del vampiro romanticón de sagas como «Crepúsculo»?

-La figura del vampiro siempre ha sido romántica en el sentido literario. Los vampiros de «30 días de noche» no son románticos. Hoy en día se explota hasta la saciedad en sagas como «Crepúsculo» y la verdad es que ha funcionado muy bien. Yo preferiría arrancarme los ojos, mear hojas de afeitar, o que me arrancasen los testículos antes de tener que ver alguna de las películas de «Crepúsculo».