E. CAMPO

Los sindicatos y partidos de izquierda calentaron la huelga en una jornada, la de ayer, salpicada de manifestaciones y actos de reflexión sobre los objetivos del parón laboral previsto para el miércoles. Por la mañana, UGT y CC OO protagonizaron una nueva concentración en El Carbayedo, en las oficinas de la Seguridad Social, y por la tarde la CSI (Corriente Sindical de Izquierdas) hizo lo propio en El Parche. «El Gobierno del PSOE, aliado con la Banca, la Patronal y la oposición cínica del PP abarata el despido, baja los sueldos y las pensiones y hace que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres», recogió la CSI en un comunicado. Cara a la huelga del 29 de septiembre, la CSI organiza una manifestación propia que saldrá a la una en la Plaza del Humedal de Gijón.

Por su parte el PCA invitó a un acto a José María Guzmán Pacios, secretario comarcal de CC OO. Como telón de fondo, la reforma laboral y la reforma del sistema de pensiones. Enrique Fernández, secretario político del PCA de Avilés, advirtió que existe «una conspiración de la derecha política y económica en contra de la huelga y en contra de los partidos de izquierdas y sindicatos, sobre todo CC OO». Y acusó a los gobiernos central y regional de «abrazar la ortodoxia neoliberal». Fernández aseguró que existen alternativas a la salida de la crisis que no pasen por una merma de los derechos de trabajadores y pensionistas. «Sacar a flote la economía sumergida significaría poner 250.000 millones de euros sobre la mesa».

José Francisco Cañete, secretario del mundo del trabajo de PCE Asturias, arremetió contra el interés del Presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, por atraer las inversiones «de los 13 magnates de Wall Street que fueron los causantes de la crisis, diciéndoles además que con esta reforma pueden campar a sus anchas». Cañete también reclamó la importancia del ser humano frente a los intereses económicos y aseguró que el derecho de huelga tiene que defenderse por encima de otras consideraciones. «Si el PP y el PSOE dicen que prima el derecho al trabajo, son unos sinvergüenzas y unos caraduras, porque ¿dónde está el derecho al trabajo de los cinco millones de parados de nuestro país?».

El último en intervenir en la sede del PCA fue Pacios, que insistió en la idea de «ofensiva brutal por parte de la derecha en contra de los sindicatos para acabar como sea con la última trinchera que queda entre el mundo del capital y el del trabajo y así poder instaurar el pensamiento único, de la mano del bipartidismo». El dirigente sindical aseguró, además, que las reformas del gobierno están directamente inspiradas en los consejos del Fondo Monetario Internacional, y arengó a la lucha.