E. C.

Los trabajadores de las empresas Concasu Metales y Suárez y Trabanco denuncian una precaria situación laboral, con impagos sistemáticos que comenzaron en el mes de mayo. Ambas empresas participan actualmente en la construcción del Centro Niemeyer -como subcontratas de Sedes- y han puesto en marcha un expediente de regulación de empleo que afecta a toda la plantilla, de tal forma que un mes trabajan y otro no. «El mes que estamos en el ERE es justo en el que cobramos, mientras que cuando trabajamos no recibimos nada», aseguró un afectado. En total, los trabajadores de las dos empresas suman en torno a 40 personas, que ya se pusieron en contacto con los sindicatos CC OO y UGT para denunciar su precaria situación.

«Durante estos cinco largos meses nos han manipulado, presionado y amenazado, para que continuemos trabajando», asegura un trabajador, que afirma tener pruebas de estas amenazas. La situación de las entidades -propiedad del mismo dueño- ha hecho que también se pusiera en marcha un concurso de acreedores. «La empresa se beneficia de las ayudas gubernamentales mientras nosotros no vemos ni un euro». El trabajo, en cambio, es abundante, y los operarios aseguran no dar abasto para atender todas las faenas que tienen pendientes.