A. P. G.

«Los feminismos no están caducos, lo que ocurre es que las mujeres y los hombres hacen usos diferentes de esos feminismos dependiendo de cada situación». Así lo asegura Mary Nash, historiadora de origen irlandés afincada en Cataluña y especializada en la historia de las mujeres. Nash ofreció ayer en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones la ponencia «Resistencias de las mujeres y caminos de libertad» en la que analizó la evolución de la oposición de las españolas a su situación de inferioridad en el franquismo hasta la legitimidad del movimiento feminista en la Transición. La conferencia de la historiadora se enmarcó en la presentación del libro «Las mujeres del Noroeste hispano en los textos grecolatinos» de Mónica González Santana, ganadora del I Premio de investigación de historia de las mujeres del Ayuntamiento de Avilés.

Mary Nash, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona y doctora honoris causa por la Universidad de Granada, explicó que fue la represión del propio Estado franquista («un sistema patriarcal de dominio, inferioridad y desigualdades de las mujeres») la que conllevó la creciente conciencia de que existía discriminación de género. «Ese malestar desencadenó una sensación de opresión desde lo doméstico al que se sumó el malestar por las dificultades para estudiar y la discriminación laboral», prosiguió.

La historiadora señaló que también influyeron en esta evolución hacia el feminismo la proliferación de «grupos de autoconciencia» (tertulias en las que las mujeres compartían sus situaciones de opresión y que se tradujo en la sensación inicial de rebelión) «y la construcción de una identidad colectiva». «Otras formas de conciencia fueron la presencia de las mujeres en las luchas clandestinas contra Franco y en los sindicalismos así como la resistencia en los barrios y en los movimientos vecinales», añadió la experta.

Nash está especializada en la historia de la mujer catalana. Se licenció en 1967 en la Universidad de Cork y en 1975 obtuvo la licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona, donde en 1977 se doctoró con la tesis «La mujer en las organizaciones políticas de izquierdas en España». En 1982 fundó el Centro de Investigación Histórica de la Mujer de la Universidad de Barcelona. Es una de las directoras de la revista Arenal, ha colaborado con la Unesco y ha sido presidenta de la Asociación española de investigación en la historia de las mujeres.

Para Mary Nash «el gran reto para la igualdad plena entre hombres y mujeres es la transformación de las mentalidades de los valores culturales».