Illán GARCÍA

El DNI es un documento personal e intransferible; es decir, supuestamente cada ciudadano español cuenta con su propio número de identificación. Pero esa teoría se viene abajo con personas como la avilesina Mari Paz González González, a la que los ocho números y la letra de su carné le traen de cabeza porque ya van varias veces que su identidad es alterada por error.

Los problemas, según relata, comenzaron hace unos tres años. González recibió un ingreso en su cuenta de ahorros de unos 1,2 millones en acciones que no le pertenecían. Después de mil y un trámites durante algo más de año y medio González consiguió salir de ese entuerto en el que se vio envuelta porque su número de identificación coincidía con «el de otra señora», según le explicaron en el banco. Ahora, otro lío: su DNI coincide, según le dijeron a González en una compañía de telefonía móvil, con el de una tal Inés Sastre (nombre y primer apellido de la famosa modelo vallisoletana).

«Llevo nueve años con la misma tarjeta telefónica prepago y hace unos días dejé de poder hacer llamadas; al segundo timbrazo, se corta», explica González. Entonces fue cuando la avilesina decidió llamar a atención al cliente de su compañía. «Me dijeron: ese terminal no le pertenece es de Inés Sastre Ballesteros y además tiene una deuda pendiente de 523 euros. Esa cifra se me ha quedado grabada», señala la afectada.

En la compañía, según el testimonio de Mari Paz González, se quedaron estupefactos cuando les dijo que aunque no podía hacer llamadas, sí podía recibirlas. «Si la línea está cortada es imposible que reciba llamadas», asegura la afectada que le explicaron vía telefónica los técnicos de la operadora. González dice estar en un «sinvivir» desde que se dio cuenta de que su DNI «vuelve a estar compartido con otra persona». Según su testimonio, desde la compañía le comunicaron que en dos días el problema estaría solucionado, pero ya han pasado más de diez y todo sigue igual.

Mari Paz González quiere poner fin a esta situación que le trae de cabeza desde hace más de una semana. «Fui a la oficina del consumidor de Avilés a poner una queja y me dicen que tengo que ponerme en contacto con la oficina de Madrid», apunta la afectada. No contenta con las indicaciones que le habían dado por vía telefónica en la compañía, Mari Paz González, acudió el lunes a una de las tiendas que tiene la firma en Avilés. Una vez allí, la afectada solicitó cambiar la línea de teléfono prepago a la modalidad de contrato. Los trámites se realizaron como los de cualquier otro usuario. «Le enviarán un mensaje en el momento que se haga el traslado de tarjeta a contrato, es cuestión de horas», le dijo una dependienta. Pero nada. Cual fue la sorpresa de Mari Paz González González cuando de nuevo le comunicaron que era imposible hacer la operación: «Me volvieron a repetir lo mismo, que debía 523 euros, que no me podían dar de alta y que la línea esta cortada», apuntó Mari Paz González.

En una visita anterior a la tienda, los propios trabajadores comprobaron que si podía recibir llamadas. Entonces le dijeron que su DNI correspondía con «el de esa chica modelo a la que yo no conozco de nada». Incierto: el segundo apellido de Inés Sastre es Moretón, no Ballesteros. Pero eso es lo que menos le importa a estas alturas a esta avilesina que tiene pesadillas con los ocho números de su DNI.