Inés MONTES

Los actos de celebración del XXX aniversario del hermanamiento entre Castrillón y Eysines comenzaron ayer al son de las gaitas de la banda castrillonense y con los bailes de las majorettes francesas. La Alcaldesa de la localidad gala, Christine Bost, ofició la bienvenida su homóloga asturiana, Ángela Vallina. Eysines celebra por todo lo alto este cumpleaños y para ello ha reunido a los alcaldes de las distintas localidades con las que está hermanada, aunque su unión con Castrillón es la más antigua de todas las que mantiene. El plato fuerte del programa festivo se reserva para hoy, cuando se celebra la ceremonia oficial del Hermanamiento.

A mediodía llegaron a la localidad anfitriona los cicloturistas que el martes pasado partieron de Piedras Blancas. Un vehículo de acompañamiento con una gran bandera de Asturias anunció la llegada del pelotón. Los ciclistas recibieron el reconocimiento y el aplauso de las autoridades. Tras un pequeño refrigerio comenzaron los discursos en el que la Alcaldesa de Eysines se atrevió con el castellano. Vallina, por su parte, destacó la coincidencia de que, por vez primera Eysines, Clonmel (Irlanda) y Castrillón tuvieran, al mismo tiempo, un gobierno dirigido por una mujer.

El programa de la tarde arrancó a las dos y media con un acto de reconocimiento y homenaje al poeta Miguel Hernández. La jornada de ayer tuvo como colofón un concierto gratuito (amenizado por el Orfeón de Castrillón, Polifonías de Eysines y el grupo de baile contemporáneo de la Asociación Laciatras) y un cóctel. Para la jornada de hoy se reserva la ceremonia oficial del Hermanamiento, a la que seguirá la entronización de la «Cofradía de la Patata» de Eysines.