Avilés, villa milenaria, contaba en la Edad Media con una relevancia bastante mayor de la que ahora imaginamos. Así se ha constatado en el reciente congreso que ha reunido a expertos a la lumbre del fuero avilesino, un documento en el que se asientan las raíces del concejo. He ahí, sin duda, un buen fleco del que tirar en esa búsqueda de singularidades para ofrecer dentro de ese resurgir turístico de la comarca. Al tiempo que se profundiza en la relevancia del fuero, en el entorno de Avilés se están produciendo hallazgos de gran relevancia. No sólo están el castillo de Gauzón y el entorno de Raíces, sino también el pasado portuario de Bañugues o la iglesia de San Jorge de Sargos, en Illas, en fase de excavación. La ciudad de Avilés atesora muestras más que singulares de la época medieval, así que hay mimbres suficientes para explotar por todo lo alto un pasado sobre el que asentar cierto futuro. Todas las alternativas son buenas. Sólo es necesario imaginación y ganas y no quedar en meras tentativas.