Director del Conservatorio de Avilés

Saúl FERNÁNDEZ

José María Martínez (Moreda de Aller, 1949) es el director del Conservatorio de Avilés y es también el principal promotor de la construcción del órgano de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery. Martínez, profesor superior de Órgano, Composición y Dirección de Orquesta, ofreció el jueves el primer concierto en el nuevo instrumento construido gracias a una suscripción popular.

-El órgano ya es una realidad, ¿y ahora qué?

-Deberíamos reconstruir el órgano de la iglesia de San Nicolás de Bari. Es un instrumento romántico, distinto del de Sabugo, que es ecléctico. Sería una maravilla conseguir la financiación para poder rehabilitarlo, aprovechando sobre todo, su tubería, que es de Amezúa. Si logramos eso contaríamos en la comarca con un patrimonio organístico que sería la envidia de todos.

-¿Ah, sí?

-Haga la cuenta: el órgano de la colegiata de Pravia, que es del siglo XVIII, el que se está montando ahora mismo en la iglesia de Soto del Barco, el de Sabugo y el de San Nicolás.

-Cinco años detrás del órgano. ¿Qué fue lo más fácil?

-Diseñar el instrumento. Para eso conté con el apoyo de de Naji Hakim, el heredero de Messien en la Trinité de París, y, sobre todo, con Federico Acitores, que es un maestro organero, que sabe mucho de cómo se hacen este tipo de instrumentos. El órgano de Santo Tomás es la mejor obra de Acitores.

-¿Y lo más difícil?

-Conseguir los 485.000 euros que cuesta el órgano. Llevábamos treinta años glayando por un instrumento en condiciones y ya es una realidad. En 2005 tuve la suerte de contar con Jorge Montoto y Cándido González. Ellos me dijeron: «Eso está hecho», pero yo me sonreía como para mí. No me lo creía.

-¿Se lo cree ya?

-Sí, sí. Me gustaría agradecer la colaboración prestada por el Ayuntamiento de Avilés, el Principado de Asturias, la obra social y cultural de Cajastur y, sobre todo, la fundación Cristina Masaveu, cuya aportación de 150.000 euros fue decisiva para que el instrumento sea una realidad. Pero no me quiero olvidar de los pequeños y medianos empresarios de Avilés, las aportaciones de los vecinos de la ciudad, la ayuda prestada que llegó de los medios de comunicación, que difundieron el proyecto... Un instrumento como este es fruto del trabajo y del dinero de mucha gente.

-¿Quién es el propietario del órgano?

-La fundación Avilés Conquista Musical. En sus estatutos tenía como principal objetivo la realización del órgano, pero el trabajo no ha terminado. Debe mantener el instrumento y proponer nuevos proyectos.

-¿Qué ventajas ofrece un instrumento como este?

-En un órgano como el de Santo Tomás se puede interpretar el setenta por ciento de la literatura musical organística. Lo que queda fuera serían las piezas románticas, por eso digo que sería bueno rehabilitar el órgano de San Nicolás.

-¿Quién puede tocarlo?

-Cualquier organista titulado tiene oportunidad de ofrecer su trabajo. Los alumnos del Conservatorio tienen un órgano de estudio, pero también pueden tocarlo.