E. CAMPO

El portavoz del PP, Constantino Álvarez, afirmó ayer que el gobierno está utilizando de forma intencionada las alegaciones al plan de mejora del casco histórico para bloquear la aprobación definitiva de dicho documento. Según el edil, las alegaciones fueron revisadas por los técnicos municipales, pero están a la espera de una decisión política para su resolución, y tampoco se han enviado al arquitecto Carlos Ferrán. «Estamos en condiciones para que en seis meses se puedan dar licencias, pero dejar esta decisión a la próxima Corporación supone un nuevo retraso de al menos un año», afirmó.

Las alegaciones que se presentaron al documento proceden principalmente de promotores y propietarios de los solares afectados por el plan. Y esto, según Álvarez, «pone en evidencia la falta de madurez con que el plan especial de mejora del casco histórico llegó al pleno», ya que no estaba suficientemente pactado con los actores que tienen que intervenir para desarrollar las ocho actuaciones. «Todo puede quedar en papel mojado», aseguró. Los populares insisten una vez más en reclamar la responsabilidad del concejal de Urbanismo, José Alfredo Iñarrea, y de la Alcaldesa, Pilar Varela, por lo que consideran una rémora del desarrollo urbanístico en la ciudad. «Posiblemente será un concejal del PP el que tenga que resolver esta papeleta», dijo en alusión a un posible cambio de signo en el gobierno local.

Algunas de las alegaciones, según el propio Iñarrea informó al PP, son de difícil respuesta. Una propone la definición de una nueva unidad urbanística en Las Alas, que interferiría con la de la Autoridad Portuaria. Otras dos, que representan a distintos propietarios, se refieren a la vivienda de Galiana que el gobierno aspira a incorporar como equipamiento público.