Myriam MANCISIDOR

La foca de Avilés es barbuda. Pero la escultura en su recuerdo instalada en el parque del muelle es la imagen de un león de California (mamífero pinnípedo de la familia de los Otariidae). Al menos, esto es lo que aseguran los integrantes del colectivo ornitológico Mavea, que han puesto texto a un trabajo fotográfico elaborado por Ricardo García Iglesias, «Rico». La barbuda permaneció en el estuario avilesino entre el 5 de diciembre de 1951 y el 11 de abril de 1952 (127 días).

Se dijo que trajo suerte porque, durante su estancia, se aprobó en el Consejo de Ministros la creación de Ensidesa. La gente entonces le cogió cariño, hasta tal punto, según cuentan los integrantes de Mavea, que le hicieron una escultura en 1957 que aún permanece en el parque del Muelle. «Pero esta escultura está basada en un "otario (león) de California" fruto, probablemente, del escaso conocimiento faunístico que tenía el escultor», reconocen los ecologistas avilesinos, si bien fue el propio escultor, según las mismas fuentes, el que fotografió al animal en la imagen que acompaña este reportaje y que data de 1952. La afamada foca de Avilés fue realizada por Joaquín Muñiz y Pepe el Roxu y diseñada por Tomás Menéndez.

«La gente llamó a esta foca la "Precursora". El animal se fue del estuario justo antes de que la draga "Pax" comenzase a limpiar parte de las marismas de Recastrón para hacer el actual canal de Pedro Menéndez», explican los integrantes de Mavea.

El historiador Alberto del Río también dedicó algunas palabras a la foca de Avilés en sus columnas de LA NUEVA ESPAÑA. Escribió: «Reivindico también -a la foca- como uno de los elementos iniciadores del turismo local, ya que por entonces hubo numerosas visitas -en domingos y fiestas de guardar- de gentes de otras sitios de Asturias para ver a tan exótico animal, al que los niños daban de comer».

De una forma u otra, la foca lleva presente en Avilés desde aquel 5 de diciembre de 1951. En los dos últimos años -2009 y 2010- la ciudad acogió incluso una «foca-parade», lo más parecido al «cow-parade», exposiciones temporales de vacas al aire libre, cada una decorada por un artista, que triunfó en numerosas ciudades de todo el mundo. En Avilés, la Escuela de Cerámica fue la encargada de elaborar las esculturas efímeras inspiradas en el mamífero precursor de Ensidesa, una foca barbuda a la que las confusiones llevaron a pasar a la historia como un león marino de California.