Los trabajos arqueológicos en Las Alas permitieron sacar a la luz las auténticas proporciones de la capilla gótica, ya que parte del basamento estaba oculto bajo el nivel de acceso. Así, se descubrió que el volumen forma un cubo perfecto de siete metros de lado. Tres peldaños (uno de ellos reaprovechado de una lápida funeraria donde estaba labrada una espada) dan acceso a la pequeña puerta de entrada, custodiada por dos ángeles en su tímpano. La inauguración de las obras se realizó a finales de 2010, sumando un pasó más así para la recuperación del patrimonio avilesino. Ahora es la iglesia románica la que espera su turno, mientras pequeñas plantas van haciendo suya la fachada de este pilar clave de la historia local.

Los redactores de los proyectos de rehabilitación de los Franciscanos y Las Alas afirman que la plaza de Carlos Lobo es uno de los espacios más interesantes del casco histórico avilesino, ya que en este punto se concentran algunos de los elementos más antiguos y valiosos del patrimonio de la ciudad. A los dos edificios religiosos se suma el palacio de Las Alas y los últimos lienzos conservados de la muralla medieval.

En lo que se refiere a la antigua iglesia de San Nicolás, hoy de los Padres Franciscanos, se trata del vestigio románico más antiguo de la ciudad. De ese primitivo templo sólo quedan las portadas occidental y septentrional, así como el muro de la fachada principal, incluida la ventana; estos elementos están datados a finales del siglo XII, principios del XIII, situándose en el momento de mayor expansión del románico en Asturias.

Al gótico pertenecen tanto la capilla de Las Alas como la de Pedro Solís, ambas de uso funerario. La de Las Alas está fechada tradicionalmente en 1346, y se trata de un elemento totalmente exento situado en el costado norte de la iglesia. Su cubierta protogótica es uno de los elementos más destacados del medievo asturiano. Este templo de planta cuadrada y fábrica de sillería fue erigido por Don Pedro Juan de las Alas y dedicada a Santa María. Los cuatro sepulcros de arcosolio, con arcos pareados apuntados, fueron levantados al mismo tiempo que la capilla, que está emplazada en el solar donde se ubicó el antiguo cementerio. La otra capilla gótica, la de Pedro Solís, está adosada a la iglesia por el flanco izquierdo, y su construcción fue encargada por el clérigo Pedro Solís en 1499. Este recinto sufrió reformas en el siglo XVI.

Sin embargo sería a mediados del siglo XII cuando comenzarían las principales reformas, con la renovación del interior de la iglesia, la capilla mayor y el pórtico. En el XVIII se construiría la capilla barroca del Cristo, ocupando el espacio dedicado anteriormente a la capilla del Rosario, de la que sólo se conserva su portada gótica. La primera casa-convento de los Franciscanos se construyó en el año 1922, y unos años más tarde, en 1962, se amplió ocultando las fachadas laterales y traseras de la iglesia de de Las Alas.

Las intervenciones en estos elementos del Avilés medieval se realizaron de la mano de un equipo multidisciplinar formado por los arquitectos directores Cosme Cuenca y Jorge Hevia; el aparejador Rubén Martínez; el historiador Vidal de La Madrid; el arqueólogo Sergio Ríos; los restauradores Luis Saro y Jesús Puras, y el petrólogo Luis Valdeón (GEA, asesoría geológica).

Lo que falta ahora para completar la recuperación de Las Alas es la localización del retablo de alabastro y la talla de la Virgen, desaparecidos ambos durante los convulsos años de la guerra civil. El Ayuntamiento de Avilés gratificará con hasta 8.1000 euros las informaciones que permitan recuperar estas piezas, joyas perdidas de la corona del patrimonio avilesino. El retablo estaba compuesto por cuatro escenas vinculadas a la Virgen María, flanqueadas por las imágenes de Santa Margarita y Santa Catalina: el centro estaba ocupado por la Resurrección de Cristo. La escultura de la Virgen sedente, con el Niño en el regazo, está fechada en el siglo XIV, de estilo gótico.