Luanco, Illán GARCÍA

Cincuenta capitanes de la marina mercante volvieron ayer a su concejo natal para celebrar con sus compañeros de profesión el tradicional encuentro que cada año se desarrolla en el Museo Marítimo de Asturias coincidiendo con las fiestas del Socorro de Luanco. Varios de estos marinos han tenido que ingeniárselas para no faltar a su cita en la sexta edición del encuentro, Este es el caso de Lucas Peña y Fernando Blanco, que tuvieron que pedir permiso en sus respectivos trabajos en Marbella (Málaga) y Cartagena (Murcia) para compartir sus experiencias con los marinos «de casa». Estos dos capitanes fueron homenajeados junto a los ya retirados Luis Servando Peláez y José Francisco Suárez, «Pichi».

«Cada año entregamos un recuerdo a los capitanes; en un encuentro anterior se condecoró a los más mayores, en otro a los que trabajan en la Armada, en otro a los más jóvenes y este año se quiso rendir homenaje a dos colaboradores, «Pichi» y Luis Servando, y a Lucas y Fernando por el desplazamiento y los arreglos que han tenido que hacer para poder estar aquí con nosotros. Han tenido que hacer un gran esfuerzo por cambiar las guardias...», explicó Francisco Roces minutos después de las condecoraciones.

La parte más dulce de la jornada fue, sin duda, en el centro museístico luanquín, ya que además de la tradicional foto de familia, la Asociación de Amigos del Museo ofreció un vino español a todos los capitanes. El trago más amargo fue en la misa que los marinos dedicaron a su compañero de tarea fallecido hace unos meses, Adolfo Egurola. En total, cincuenta marinos departieron ayer en Luanco sobre el futuro del sector de la náutica y cómo no, también se pusieron al día de sus respectivas vidas. Entre los capitanes se hallaba el candidato a la alcaldía por el PSOE, Jorge Suárez García, que se encontró con su rival político de cara a los comicios de mayo, el alcalde y presumiblemente candidato del PP, Salvador Fernández. A su lado, el párroco Ángel Fidalgo, conocido como «el cura de Bañugues», también compartió con los marinos esta jornada de camaradería.

Luanco, Illán GARCÍA

Ana Penela y Carmen Sara García fueron las dos únicas mujeres que asistieron ayer al VI Encuentro de capitanes de la marina mercante de Gozón. Tradicionalmente esta labor era propia de hombres aunque, según relatan ambas, cada vez más mujeres realizan esta tarea «vocacional». «En un principio, no me querían como alumna por ser mujer, pero eso ya cambió», afirma García, que trabaja en vigilancia pesquera en el Principado. Su compañera, Ana Penela, afirma que nunca tuvo problemas por el simple hecho de ser mujer a la hora de ser capitana; de hecho, actualmente trabaja como oficial de primera en el buque de salvamento marítimo «Clara Campoamor» en aguas del Mediterráneo. Ambas capitanas destacan que su profesión tiene pros y contras. Lo positivo, que les permite conocer mundo; lo negativo, que están lejos de sus familias. Penela tiene una hija de siete años que, a lo largo del año, cuidan sus abuelos. Su marido también se dedica a la náutica. «Menos mal que ahora nos coinciden las vacaciones», afirma. En el caso de García, su pareja es «terrícola» y se ven durante sus descansos, dos meses de cada seis.