Félix VALLINA

El cierre de la planta de Saint-Gobain en La Almunia de Doña Godina (Zaragoza) -previsto para el próximo mayo y adelantado hace meses por LA NUEVA ESPAÑA- traerá consigo cambios significativos en la factoría de Avilés, que según los sindicatos se convertirá en la más importante del grupo dentro de Europa al asumir la línea de producción de vidrio de capas magnetrónicas para el control solar que ahora funciona en las instalaciones aragonesas. A partir del mes de septiembre, si se cumplen las expectativas de la dirección, la planta avilesina comenzará a producir un tipo de vidrio, principalmente destinado a edificios, que a grandes rasgos sirve para atenuar el flujo de energía y luz solar en verano y para evitar la pérdida de calor en invierno. Este sistema térmico consigue ahorros energéticos que no sólo repercuten en las facturas de la calefacción y el aire acondicionado, sino que contribuye a la protección del medio ambiente, puesto que reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera.

El vidrio de tratamiento térmico surge de la necesidad de ahorro energético en la construcción moderna. A mayor superficie acristalada se genera más luz natural en las dependencias de un edificio, pero también un mayor aporte de energía exterior (recalentamientos en épocas soleadas) y una mayor perdida de la interior, ya que el calor siempre pasa a través del vidrio desde la zona mas caliente a la mas fría, hasta que se igualan las temperaturas. El doble acristalamiento tradicional contribuyó en parte a solucionar este problema, pero con los vidrios de tratamiento térmico o vidrios de capas se produjo un nuevo avance ya que, debidamente combinados en un doble acristalamiento, reducen notablemente los intercambios de temperaturas.

En la actualidad el vidrio ha adquirido un protagonismo sin precedentes en la construcción y en la decoración de interiores. Los proyectos arquitectónicos más audaces y las propuestas de interiorismo más atrevidas incorporan vidrio, exigiendo cada vez con más frecuencia a este material una respuesta multifuncional: aislamiento térmico, acústico, control solar, estéticas, privacidad, seguridad, etcétera. Pero no sólo se encuentra en los grandes proyectos, los edificios de viviendas de nueva construcción ya están incorporando este tipo de sistemas térmicos y el negocio puede ser aún mayor en el futuro. «Haber asumido esta línea de producción es muy importante para la planta de Avilés porque es un mercado en el que va a existir buena demanda. El cierre de la fábrica de Zaragoza supone un "palo" importante para los compañeros aragoneses, pero la verdad es que a nosotros nos ha servido para dar un salto de calidad muy importante en cuanto a diversificación del producto que hacemos en Asturias», señaló un representante sindical de Saint-Gobain, antigua Cristalería.

El sistema magnetrónico consiste en depositar sobre un vidrio flotado, incoloro o de color, varias capas de diferentes metales mediante pulverización catódica al vacío y bajo la influencia de una atracción magnética que ordena las partículas metálicas para su perfecta reflexión. «Es un proceso bastante complejo, pero tenemos gente preparada para ello», explicaron las mismas fuentes sindicales. No en vano, la planta situada en La Maruca verá incrementada su plantilla en veinte personas, todos ellos empleados de la factoría aragonesa que han aceptado venir a Asturias amparándose en las recolocaciones ofertadas por la empresa y que conocen de primera mano el funcionamiento de la nueva línea de producción. Además, la empresa también tiene previsto enviar a algunos operarios de la planta avilesina a Zaragoza para que reciban formación y sepan manejar los entresijos de las máquinas necesarias para poner en marcha la producción de los vidrios térmicos.

Según argumentó en su día la propia empresa, el motivo del traslado de la producción desde Aragón a Asturias es organizativo. La competencia de Saint-Gobain dispone de una fábrica especializada y centralizada en la provincia de Navarra y la dirección del grupo, según fuentes sindicales, entiende que el trabajo se haría más efectivo desde la planta de Avilés. Durante las últimas negociaciones de los representantes de los trabajadores, Saint-Gobain garantizó que ningún trabajador de La Almunia tendrá que salir de la fábrica antes del mes de mayo. Actualmente ya se está realizando en la factoría de La Maruca la obra civil necesaria para instalar toda la maquinaria que va a ser trasladada desde Zaragoza.