Francisco L. JIMÉNEZ

El recorte de las primas y bonificaciones económicas que el Gobierno español venía concediendo a la industria de las energías renovables -eólica, fotovoltaica y termosolar- como consecuencia de la crisis económica ha hecho mella en los productores de componentes para esos sectores, lo que en el caso de Avilés se concreta en un recorte del 50 por ciento de la capacidad de producción de los talleres especializados en la construcción de piezas para ingenios eólicos. Y eso gracias a que los empresarios se han movido para suplir la falta de mercado en España con pedidos llegados de otros países, porque si no la parálisis de actividad aún sería mayor, según los profesionales consultados por este diario.

«Los productores de energías verdes hemos tenido que dar la vuelta al mundo para buscarnos la vida», declaró recientemente en un foro especializado Salvador Jiménez, director de Avaesen, la organización que agrupa a las empresas valencianas dedicadas a producir las llamadas «energías limpias». Sus palabras sirven tanto para ilustrar lo que ocurre en Valencia como lo que están padeciendo los empresarios avilesinos del sector eólico.

«En España está muy parado, por no decir parado del todo, el desarrollo de nuevos parques eólicos. Nos salva que salen encargos para países de Asia, Estados Unidos, México y Brasil, un país en el que están puestas muchas expectativas», explica Orlando Alonso, responsable de Windar Renovables, la firma que construye en la ría de Avilés secciones metálicas para el montaje de aerogeneradores. Aparte de los países que cita este empresario, los «tubos» que se apilan en las explanadas cercanas a los muelles de Avilés tienen en muchos casos como destino Alemania y Polonia, donde las primas por producción de energías verdes son más del doble que en España.

A sabiendas de que 2011 será un año «más que flojo» para el sector eólico español por la inexistencia de proyectos para montar «granjas de viento», los empresarios ponen sus miras en 2012 cuando, si se cumplen las previsiones, arrancarán nuevos parques eólicos en Cataluña, Galicia y Cantabria, entre otras comunidades.

El decreto ley que aprobó el Ministerio de Industria para ajustar el sector eléctrico español a la actual coyuntura de crisis abunda en la dirección de recortar dinero a los productores de energías renovables e impone nuevas cargas a las compañías eléctricas. El ahorro principal viene dado por el recorte de incentivos a las energías renovables. Tras un acuerdo para rebajar un 35% las primas de energía eólica y de otro análogo con los productores del negocio termosolar, el Gobierno metió tijera con fuerza a las empresas fotovoltaicas, que, pese a cubrir una parte mínima de la demanda, reciben multimillonarios incentivos.