Piedras Blancas,

Inés MONTES

Los restos de la arquitectura bélica castrillonense vinculados a la guerra civil española (1936-1939) son la base de un itinerario turístico que se quiere poner en marcha en el concejo. El conjunto patrimonial está incluido también en el catálogo urbanístico de Castrillón que redactó el arquitecto José Ramón Fernández Molina. La recuperación y explotación turística de los elementos que se conservan en el concejo cuenta con el apoyo de la Asociación para la Recuperación de la Arquitectura Militar Asturiana (ARAMA). Cuando estalló la guerra civil, Castrillón estaba en territorio republicano hasta que fue tomado por las tropas franquistas en octubre de 1937.

El itinerario en proyecto discurrirá por las parroquias de Santa María del Mar, Naveces y Laspra para visitar los elementos bélicos que fueron construidos entre 1936 y 1937 para defender al concejo del avance de las tropas sublevadas. La mayoría de las construcciones que se conservan, como trincheras, casamatas y nidos de ametralladoras, se encuentran en zonas altas desde las que estaba garantizado un amplio dominio visual. En la parroquia de Naveces, la mayoría de los elementos se localizan en San Adriano.

Una de las piezas de más valor, según los expertos, es la galería del Pondal, una estructura de hormigón armado de casi 40 metros de largo que tiene 28 troneras o puestos para los tiradores. El conjunto bélico de San Adriano incluye una trinchera blindada comunicada con un refugio y una casamata. El refugio, de forma circular, es de hormigón y tiene dos accesos, uno de ellos está cubierto por la maleza y en mal estado de conservación. La casamata es una pequeña posición artillera con la que se protegía la ensenada de Santa María del Mar de posibles desembarcos de las tropas de Franco.

Sobre la playa de Santa María del Mar, encima de la ensenada, se conserva en buenas condiciones un nido de ametralladora con tres troneras orientadas al oeste y al noroeste. Es una construcción de grandes dimensiones que aún conserva algunas inscripciones en el cemento de la fachada exterior, entre las que se puede distinguir una calavera. En el interior, tiene parte de la meseta de apoyo para las ametralladoras. Delante del nido hay una trinchera de la que se conserva un muro de ladrillo de unos 40 metros de largo y que en su interior albergaba un refugio con dos accesos.

Las construcciones de la guerra civil en la parroquia de Laspra son las más conocidas. La iglesia de San Martín de Laspra se usó para el acuartelamiento de las tropas y, además, el campanario fue acondicionado durante la contienda para albergar una ametralladora y también como puesto de observación y protección de la batería de Pinos Altos. La trinchera de Pinos Altos estaba en lo que es hoy en día el área recreativa que habilitó hace casi una década el consorcio Costa Norte. En lo alto de la ladera, donde se localizaba la trinchera cavada en la tierra, se conserva actualmente un cañón de la guerra civil que fue utilizado por las tropas gubernamentales para proteger la entrada a la ría de Avilés. La posición artillera de Pinos Altos se complementaba con la de San Juan de Nieva en la defensa de la bocana de la ría avilesina y del Puerto.

El túnel de Arnao fue uno de los principales refugios durante la contienda para los vecinos de Salinas, Arnao y San Martín de Laspra. Era un refugio natural que los residentes en la zona utilizaban para protegerse de la aviación enemiga.

El túnel tiene unos 600 metros de longitud y en el siglo XIX fue utilizado como túnel ferroviario por la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM) para el transporte desde la planta metalúrgica de Arnao hasta las instalaciones portuarias de San Juan de Nieva. El túnel está excavado en roca caliza bajo la ladera oeste de Pinos Altos.

El gobierno municipal (IU), no descarta que, en el futuro, puedan localizarse otros elementos y ampliar y mejorar el itinerario turístico. Además, se podrían incluir también las fosas comunes.