T. C.

«La monarquía no se esperaba este final, vivíamos tan felices...», aseguró ayer una particular «Pilarantoniette» después de que la Cofradía del Santo Entierro de la Sardina le «cortara» la cabeza con un hacha. «Me siento muerta», aseguró el remedo de la Alcaldesa mientras la gaita no dejaba de sonar en los alrededores del kiosko de música del Ferrera.

Los integrantes del Santo Entierro de la Sardina, con su visión ácida de la vida, celebraron ayer que apenas quedan diez días para el Antroxu avilesino y qué mejor manera que hacerlo jugando con el lema de este año: la Revolución Francesa. Lo hicieron en el parque de Ferrera, con el objetivo de resistir lo que les echen: «Frente a la invasión gabacha que ocupa el parque, nuestras tropas intentan reagruparse para liberar la villa de Avilés de gobernantes inútiles», anunciaban en su boletín «La Parrochina», que también dedica unos versos a «Superuizmateos», que tiene todas las papeletas «pa pasalo po la cuchilla de la Gillette». La cofradía hará una cuestación popular «para que la familia Superuizmateos no se quede en la indigencia», anunciaron los cofrades.

El próximo sábado, 26 de febrero, como ya es tradición, los antroxeros del Santo Entierro de la Sardina acudirán a la estatua de la «Monstrua», en la calle Carreño Miranda, para rendirle su particular homenaje. Además, bien el 28 de febrero o el 1 de marzo, la cofradía tiene previsto organizar una gran pitanza en la plaza del Ayuntamiento.