Nubledo,
Illán GARCÍA
Bras Rodrigo Álvarez pisará esta mañana el parqué de Wall Street. Su intención no es, ni mucho menos, cotizar en Bolsa aunque sí tendrá el honor de ser el primer gaitero del mundo en abrir una sesión del mercado de valores en Nueva York. El director de la banda de gaitas de Corvera interpretará el «Himno de la Santina» -según Rodrigo, los irlandeses la conocen como «Our lady of Covadonga»- y otra pieza irlandesa «para seguir expandiendo la música y la cultura asturiana».
«Asturias sigue poniendo otra piquina en Flandes y esto supone un orgullo para mí, para la banda de gaitas de Corvera y para la música asturiana en general, que poco a poco se va reconociendo en el mundo», indicó el músico corverano antes de partir para Nueva York, donde participará con la banda de gaitas de Corvera en el desfile de San Patricio, patrón de Irlanda, mañana día 17. Hace un par de meses, Álvarez tuvo el honor también de ser el primer gaitero asturiano de tocar en la sede de un prestigioso equipo estadounidense, el New York Athletic Club, durante los actos de presentación del 250º aniversario del desfile celta más grande del mundo por las calles de la Gran Manzana. Este acto sirvió para nombrar al Gran Mariscal: en esta edición ha sido la escritora de «best-sellers», Mary Higgings Clark. Bras Rodrigo Álvarez es ya uno de las personalidades más importantes del desfile, debido a que desde hace unos años es el máximo representante europeo del desfile de San Patricio por las calles de Nueva York
Este será el quinto año en que los corveranos participen en este pasacalles en el que desfilan más de cuatrocientas bandas de gaitas y unas doscientas mil personas. Precisamente, el sábado día 19, dos días después del pasacalles, la banda de gaitas de Corvera recibirá el premio a la mejor banda de gaitas del pasacalles conseguido en el año 2008.
Por otra parte, los músicos corveranos verterán en aguas del río Hudson el recogido en el pantano de Trasona con el fin de «hermanar» los cauces del Alvares y del río que baña el estado de Nueva York. Una vez que los gaiteros vuelvan de su periplo por tierras estadounidenses, culminarán ese «hermanamiento cultural» vertiendo las aguas del Hudson en el embalse y así dar por concluido este primer paso que servirá, a juicio de Rodrigo Álvarez, para acercar Corvera a Nueva York y viceversa.
