Félix VALLINA
El fiscal solicita una pena de prisión de ocho años para cada uno de los dos vecinos de El Pino, en Molleda (Corvera), acusados como presuntos autores de un delito de abuso sexual contra cuatro menores durante el verano del año 2009. Según las conclusiones provisionales de la fiscalía, una de las acusadas, T. M. M. convenció en varias ocasiones a los menores para que se dirigiesen a la casa del otro implicado, el octogenario J. M. M. S., donde éste «les tocaba los pechos a las niñas y en una ocasión se masturbó en su presencia».
Según las diligencias fiscales, un niño, a instancias de T. M. M., llegó incluso a colocarse un sujetador con relleno para que J. M. M. S. creyese que se trataba de una niña y les diese dinero «como en otras ocasiones», un dinero que después el niño «repartía con la acusada», a la que, por otra parte, J. M. M. S. retribuía «cuando le llevaba a los niños».
El fiscal considera al hombre autor de cuatros delitos continuados de abuso sexual a menores y a la mujer su cooperadora necesaria, por lo que solicita la misma pena para los dos: dos años de cárcel por cada uno de los delitos. El juicio se celebrará el próximo 24 de marzo a las once de la mañana en la sala 1 del Juzgado de lo Penal de Avilés.
Los dos acusados negaron en su día cualquier tipo de implicación en los hechos que se les imputan. «Soy inocente y tengo la conciencia tranquila», señaló T. M. M. a LA NUEVA ESPAÑA en octubre del año 2009. La molledana aseguró que desde que uno de sus hijos era muy pequeño otros niños iban a jugar a las inmediaciones de su casa y «siempre sin problemas». T. M. M. explicó que la situación se enturbió «cuando vino un niño nuevo a jugar; fue entonces cuando su papá denunció». Todo eso, según la acusada, ocurrió en los primeros días de julio del año 2009. «Desde siempre mi casa ha estado abierta para todo el mundo», aseguró.
T. M. M. explicó que nunca había cobrado por llevar niños a la casa del octogenario acusado, lo que sí destacó fue que J. M. M. S. solía ofrecerles a los niños algunos regalos. «Les daba caramelos, bombones... A veces los niños le decían: danos un euro para el Mac Donalds. Pero nada más», señaló en su día T. M. M, que exculpó al hombre que la va a acompañar al juzgado. «Estando conmigo, los niños, que eran de 9 a 13 años, sólo entraron una vez en casa del hombre y fue a beber agua», aseguró la acusada. La molledana, que ahora se enfrenta a una pena de ocho años de prisión, sostuvo ante LA NUEVA ESPAÑA que las personas que la denunciaron son «familias conflictivas».
Cuando este diario trató de ponerse en contacto con el otro acusado, J. M. M. S., éste rechazó hacer declaraciones aunque fue bastante tajante: «¡Cómo iba a participar yo en eso!», señaló. Después no quiso dar más detalles sobre su versión de los hechos. T. M. M. señaló en su día que la relación entre los dos acusados era «de meros vecinos» y que J. M. M. S. tenía más trato con su marido «por asuntos de ganado».