Myriam MANCISIDOR

El sistema dunar de El Espartal es grande por naturaleza, pero en otros tiempos fue mayor. Allá en el siglo XIX las acumulaciones sedimentarias arenosas ocupaban Salinas, San Cristóbal y llegaban por las Arobias hasta la ría avilesina. Entonces apenas había industria. Las fábricas y otras construcciones, sin embargo, ganaron terreno a las dunas en pocos años castigando un ecosistema único en Asturias. Hasta tal punto que el Principado declaró este enclave Monumento Natural en 2006, pero distintas voces urgen aún hoy la «protección real» de este espacio cada vez más degradado y en peligro de desaparición.

«Uno de los mayores riesgos es fruto de la erosión por oleaje. Habría que hacer un estudio serio y determinar si los dragados realmente son la causa de la continua pérdida de arena en las dunas al igual que en la playa de Salinas», explica Emilio Rabanal Menéndez, integrante del Colectivo Ecologista y estudioso del sistema dunar de El Espartal. La pérdida de arena ocasiona un retroceso de las dunas y la consecuente pérdida de vegetación, la mayoría incluida en el catálogo de especies protegidas como la Crucianella marítima.

El sistema dunar de Salinas -que se puede recorrer a través de pasarelas de madera- está dividido en cuatro partes: dunas embrionarias, las más próximas al mar y que sufren las consecuencias de la erosión; las dunas secundarias, donde se pueden observar gramíneas; las terciarias, donde está el hábitat más rico de El Espartal con especies protegidas. Luego está la zona arbustiva, que en el sistema dunar castrillonense en única: el Espartal posee la comunidad de madroñales de costa más importante de Europa, según Rabanal. «Solo por este motivo se debería proteger este espacio y no permitir la construcción de urbanizaciones que acabarían con todo esto», precisa.

Rabanal ya fue testigo de la degradación de El Espartal con la construcción, asegura, de la última balsa de jarosita de Asturiana de Zinc. «Es necesario una protección integral de todo el espacio, de las dunas y del río Raíces que tuvo un papel decisivo en la formación del sistema», concluye Rabanal. Y añade: «Las dunas son algo nuestro tan emblemático como el oso o el urogallo pero la administración no las tiene en cuenta». En la comarca avilesina existen solo cinco sistemas dunares: El Espartal, Xagó, Zeluán, Bayas y Verdicio.