«El proyecto para la Escuela de Arte tiene un coste muy elevado, estamos analizando su viabilidad». Estas palabras del consejero de Educación, Hermino Sastre, vienen a dejar aún más en entredicho la construcción de la nueva sede prometida hace cuatro años por el PSOE y retrasada hasta ahora por diversas circustancias. Es la primera vez que el consejero deja entrever nuevas dificultades sobre un proyecto que ya se cayó una vez de las previsiones regionales por razones económicas y que ahora parece entrar en un nuevo receso pese a que el Ayuntamiento se comprometió a aportar 2 millones. Sastre no quiso concretar el coste que supondría esta edificación, para la que hace años se había planteado un presupuesto de unos 7 millones de euros.

Estas declaraciones han colmado la paciencia del concejal de Cultura, el socialista Román Antonio Álvarez, que exigió a Sastre que «deje de marear la perdiz» y que cierre ya el convenio con el Ayuntamiento, de acuerdo con el compromiso y con las necesidades académicas de la escuela. «Nadie pone plazos ni que se construya un palacio, pero sí que el proyecto se haga completo», argumentó con enfado. Respecto al supuesto «elevado coste», que él aseguró desconocer, recordó que en los presupuestos regionales hay un millón de euros consignado, y el Ayuntamiento tiene dos millones más disponibles a la espera de que se firme el convenio». Álvarez, que fue uno de los principales adalides de la puesta en marcha de la Escuela Superior de Arte, afirmó que el Ayuntamiento de Avilés no puede admitir más demoras por parte de Educación, ni tampoco que los estudios sigan en precario. «No conocemos ni el coste ni el proyecto», remató.

El documento básico (y de ejecución parcial) para el nuevo edificio está en manos de los técnicos de la Consejería de Educación. Sastre heredó este compromiso del anterior consejero, José Luis Iglesias Riopedre, que fue quien hace cuatro años decidió que la mejor opción para los estudios de arte en Avilés sería la construcción de un nuevo edificio en el entorno del Niemeyer que acogiera tanto a los alumnos de Diseño como a los de Restauración. Ambas especialidades están divididas prácticamente desde el inicio de la Escuela, ya que aunque los primeros años fueron compartidos en dependencias del instituto de Valliniello, poco después Diseño se trasladó al palacio de Camposagrado. El Ayuntamiento había planteado dedicar a Restauración la antigua Fábrica de Camisas del Carbayedo (ahora Factoría Cultural), pero el PSOE prometió ese nuevo edificio.

Al margen de los retrasos en el cumplimiento de este compromiso, una nueva circustancia ha venido a poner de relieve la demora en las obras: los alumnos han salido a la calle para protestar por lo que consideran un abandono por parte de la administración y por el deterioro de las instalaciones, especialmente las de Valliniello. La chispa que hizo saltar la llama de las protestas de los alumnos de Restauración ha sido la rotura de una tubería, que dejó sin suministro de agua al edificio y por tanto se suspendieron las clases hasta que se pueda reparar la avería. Los alumnos no protestan por esto, ya que entienden que puede ocurrir en cualquier lugar, pero sí ha colmado su paciencia con una larga serie de deficiencias. Así, afirman que son habituales los desprendimientos de cascotes del tejado en el exterior de los edificios, las gripes son cada vez más frecuentes por las corrientes de aire y muchas baldosas están sueltas. También afirman que los sistemas de luz, agua y calefacción presentan continuos problemas que afectan tanto a las personas como a los materiales y bienes culturales.

Sus quejas se vienen a sumar a las iniciadas por los alumnos de Diseño, relacionadas con carencias en las aulas de informática, horarios que ellos consideran caóticos y carencias en el taller de Diseño de Producto. Ayer más de medio centenar de estudiantes de ambas titulaciones se unieron en la calle para hacer público sy malestar y exigir una respuesta por parte de las administraciones. «Sin instalaciones no hay restauraciones» era el lema de la pancarta tras la que recorrieron las principales ciudades del centro de la ciudad. Ataviados con batas blancas, los alumnos de Restauración sumaron a su queja también a los de Diseño y se emplearon a fondo en la protesta.

Herminio Sastre afirmó que la próxima semana se reunirá con el director de la Escuela Superior de Arte, Roberto Crespo-Joglar, para conocer las verdaderas necesidades del centro. Porque el titular de Educación se mostró escéptico respecto al grado de veracidad de las denuncias estudiantiles. Así, Sastre insinuó que tal vez la época preelectoral tenga algo que ver y que por eso necesita conocer de primera mano la situación.

Los alumnos de Restauración, apoyados por los de Diseño, recorrieron las calles de Avilés durante toda la mañana coreando lemas alusivos a las deficiencias de sus instalaciones de Valliniello y a la falta de compromisos por parte de la administración. En varias ocasiones plantearon sus protestas ante la fachada del Ayuntamiento, ayudados de silbatos y cacerolas, y también pasaron varias veces por el palacio de Camposagrado (sede de los estudios de Diseño), donde fueron sumando unidades para la protesta. Las batas blancas con las que se ataviaron, propias del trabajo de restaurador, hicieron que más de uno los confundiera con personal sanitario. Sobre estas líneas, los manifestantes portando carteles, ante el Ayuntamiento.