Luanco, Illán GARCÍA

El sector de la construcción no pasa por sus mejores momentos, pero alerta de que el parón de obras puede tener efectos adversos inmediatos. Tanto es así, que la bajada en la incorporación de nuevas viviendas al parque inmobiliario puede producir una «antiburbuja» inmobiliaria, porque el mercado sea incapaz de cubrir la demanda.

El vicepresidente de la Fundación Laboral de la Construcción y vicepresidente de la confederación asturiana de la construcción, Manuel Amaro Martínez, explicó ayer en Luanco que en los últimos meses se han realizado estudios que extraen datos «preocupantes». «Actualmente, hay alrededor de 3.900 viviendas sin vender, eso es señal de que en Asturias se hicieron mejor las cosas, que no había tanta burbuja inmobiliaria», señaló el constructor, que no dudó en remarcar que en la región hay menos viviendas a la venta que en la localidad malagueña de Marbella.

Pero, por contra, Martínez opina que si continúa el ritmo de ventas de inmuebles en el Principado como en el último año «puede producirse a finales de 2012 una paradójica antiburbuja, teniendo en cuenta que en 2010 se vendieron 5.600: un auténtico problema de demanda».

El empresario reclamó además más implicación de la administración para intentar mitigar este déficit y así «fortalecer el empleo en la región». «Tenemos una gran necesidad de ejecutar obra civil cifrada en unos once mil millones de euros y ante esto, el Estado ha de aplicar una reacción potente para resolver este gran problema». Y denunció que «un trato diferencial respecto a Galicia». Como ejemplos, citó la Autovía del Cantábrico y la Alta Velocidad «¿Será porque aquí somos menos?», se preguntó el vicepresidente de Asprocon respecto a ese supuesto diferente trato. Y recalcó que «Existe una deuda histórica en Asturias; mejor dicho, una recuperación del déficit del Estado en infraestructuras».

Para Martínez, a los políticos se «les llena la boca diciendo que el principal problema del país es el paro» y por ello, plantea soluciones vinculadas a establecer acuerdos con el sector de la construcción para, al menos, reducir las cifras de desempleados a corto plazo. «Nos falta de todo, inversión pública, nuevas carreteras, vías...», repitió el también vicepresidente de la fundación laboral de la Construcción en unas jornadas en Luanco en las que se analizó el futuro de su sector.

«La situación es mala, obviamente, somos los más afectados por la crisis», remarcó. E indicó que el futuro del sector pasa por un gran consenso entre empresarios y sindicatos para fomentar el empleo. «Somos un motor económico capaz de dar salida a las necesidades de Asturias», concluyó.