Myriam MANCISIDOR

Tres barcos asturianos -dos cerqueros con sede en el puerto avilesino- faenan estos días frente a la costa vasca con un objetivo: la pesca de la anchoa. La costera se abrió hace pocos días y los asturianos ya han pasado varias veces por las lonjas de Ondarroa (Vizcaya) y Guetaria (Guipúzcoa) para descargar cajas de bocarte. Pero los marineros son pesimistas y temen una costera floja, similar a la de 2010. «Hay cantidad y calidad pero los precios son muy bajos», explicó el presidente del colectivo asturiano de armadores de cerco -que es el principal arte de pesca que faena durante la primavera y el verano en busca de anchoas-, Rafael Rodríguez.

«El bocarte grande cotiza a unos tres euros el kilo, casi la mitad que el año pasado», explicó Rodríguez, y añadió: «El bocarte pequeño tuvimos que dejar de pescarlo porque cotizaba a un euro y así no hay forma de que salga rentable salir a la mar». Pablo Weible, que actualmente está montando un barco para hacerse a la mar, destacó que sus colegas están pescando bien en la costa vasca, pero coincidió con Rodríguez en que los precios no son favorables para el sector. «Hay barcos grandes que están a unas once horas de viaje, que gastan alrededor de 15.000 litros de gasoil a la quincena y que deben pagar cada litro a 0,64 céntimos de euro, así no salen las cuentas», dijo.

Los pescadores vascos también se han mostrado molestos por los bajos precios. El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Vizcaya, Iñaki Zabaleta, destacó que con el paso de las semanas el kilo de anchoa «de tamaño y calidad» debería alcanzar los cinco euros. En Cantabria las primeras capturas han alcanzado un precio que oscila entre los dos y los tres euros -en función del tamaño-, un importe similar al que se pagaba «hace veinte años», según el presidente de su Federación de Cofradías de Pescadores, Manuel Vinatea. Los barcos gallegos (65 cerqueros) dedicados a esta pesquería tienen su puerto base en Ondárroa por lo que sus capturas y precios medios son los mismos que registraron las flotas vizcaína y asturiana.

Ante esta situación, los pescadores esperan que aumenten los precios de la anchoa en las próximas semanas para que la costera de la anchoa les haga pasar el mal trago que supuso para la flota el cierre de la pesquería de la xarda. Y es que los marineros tenían puesta la esperanza en la pesquería de este año, después de que la costera de 2010, la primera tras cinco años, terminara con un balance desalentador. El motivo de los alicaídos precios de entonces fue, según los afectados, el hecho de que las fábricas conserveras apenas compraran producto después de los cinco años que estuvo parada la costera por la decisión de las autoridades comunitarias de mantener cerrado los caladeros para permitir su recuperación.

En Asturias por el momento, según el presidente de la Nueva Rula de Avilés, Ramón Álvarez Suárez, aún no se ha rulado ni una sola caja de anchoa, como es habitual. «Esta costera es más para el Este, aquí no suele llegar el bocarte», precisó, y destacó que los dos barcos de cerco que han quedado en los muelles avilesinos están sobreviviendo gracias a la pesca de xargo y variado.