Director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona

Saúl FERNÁNDEZ

Bartomeu Marí (Ibiza, 1966) dirige actualmente el Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA). Entre otras labores, ha desempeñado la coordinación de exposiciones en la Fondation pour l'Architecture en Bruselas (Bélgica) entre 1989 y 1993 y ha sido conservador en el IVAM, en Valencia. Dirigió también el centro de arte contemporáneo Witte de With en Rotterdam (Holanda) entre 1996 y 2002 y ha sido coordinador del proyecto del Centro Internacional de Cultura Contemporánea de Donostia-San Sebastián, entre 2002 y 2004. Pasó a la dirección del MACBA desde el puesto de conservador de la institución barcelonesa. Responde a las preguntas de LA NUEVA ESPAÑA por medio de un cuestionario remitido por correo electrónico. Con él prosigue la serie de entrevistas que este diario viene realizando a gestores de los principales centros culturales de España con motivo de la apertura en Avilés del centro Niemeyer.

-¿Cómo se consigue la implicación de la sociedad en un museo de arte contemporáneo?

-La sociedad se compone de la asociación de múltiples grupos de interés, y estos grupos y grados de interés van a convertir el museo en diferentes tipos de institución: desde la opción educativa hasta la ligada al entretenimiento, del aprendizaje al disfrute. El primer criterio es la calidad de las producciones que ofrece el museo y el segundo la capacidad de diversificar la oferta.

-¿La cultura, obligatoriamente es cosa de la administración pública?

-La tradición europea de la administración dice que sin apoyo público la cultura no puede competir como un producto comercial más y debe ser ayudada. Sin leyes de mecenazgo que permitan diversificar este apoyo a las producciones culturales no estrictamente comerciales deberán ser las administraciones públicas quienes mantengan la diversidad y la calidad de la producción cultural.

-¿El arte es para todos los públicos o es cosa más para exquisitos?

-Para todos los públicos, efectivamente.

-¿Cómo entra la música en un museo?

-Ha entrado de la mano del vídeo y se está independizando. Veremos cada vez más artistas que utilizan el sonido como material principal para su trabajo. John Cage ayudó mucho también, pero debemos ser conscientes de que el museo que conocemos ahora es todavía una «máquina de mirar»?

-¿Y la televisión?

-«Estáis listos para la TV», que se presenta actualmente en el MACBA, es un intento de ello. La exposición demuestra que a lo largo de la historia de la televisión, el divorcio entre este medio, el arte y el pensamiento no ha sido tan escandaloso como ahora?

-Todos los centros abren sus puertas para que entre aire internacional, ¿se coge frío al final?

-Al contrario. Si sólo nos representáramos a nosotros como nación, no podríamos saber quiénes somos realmente. Una cultura está viva cuando «roza» con otra. Y el arte contemporáneo no puede entenderse desde prismas nacionales. Tampoco los mercados.

-¿Qué es peor un artista que quiere exponer o un político que dice que no se pueden organizar más exposiciones?

-Lo lógico es que los artistas quieran exponer. Los políticos deben hacer política y dejar a los técnicos hacer su trabajo.

-¿La cultura da de comer?

-La cultura da de comer a mucha gente. La actividad cultural representa un alto porcentaje del PIB español. Además, una parte muy importante de la producción cultural está asociada a la industria más potente en España y una de las principales del mundo: el turismo.

-¿Hay mercado para tanto centro cultural brillante?

-Depende de qué entendamos por centro cultural brillante. Yo creo que el acceso a la cultura es un derecho de todos los ciudadanos y que tener cerca oferta cultural de calidad es un signo más de una alta calidad de vida. Otra cosa es la sostenibilidad de determinados proyectos o el desequilibrio entre inversión inmobiliaria e inversión en programación o en creación de patrimonio contemporáneo.

-Las palabras «mercado» y «cultura» casan adecuadamente.

-Parecía que debían ser dos realidades contrapuestas y resulta que son dos entes simbióticos. Sin creatividad (que proviene de la cultura) difícilmente se puede alimentar un mercado. Sin mercado, el creador no come. El mundo del cine es muy claro sobre eso. Pero el cine, como la música, funciona como industria que va asociada a unos creadores y a unos intérpretes? El mundo del arte es una artesanía. No hay industria asociada a él.