San Juan de la Arena,

Ignacio PULIDO

«Es especialmente duro recibir la noticia de que un amigo o un vecino ha sufrido un accidente en la mar», lamenta José Carlos Álvarez, presidente del «Club Deportivo Básico Puerto Norte». Hace apenas un par de semanas, Pepe González, un miembro de la entidad, falleció en un accidente marítimo mientras disfrutaba de una jornada de pesca recreativa frente al playón de Bayas. Fue la quinta víctima en aguas de la comarca en apenas un año. «Puerto Norte» no quiere volver a ver hondeando a media asta las banderas del balcón de su sede social. Es por eso que ha iniciado una campaña pionera en el Principado de Asturias para concienciar sobre el uso de los chalecos salvavidas.

La presencia de esta prenda de seguridad es obligatoria en todas las embarcaciones de recreo y de pesca. Sin embargo, su uso es opcional. «La gente es muy reacia a ponérselo. Sucede lo mismo que cuando se implantó el cinturón de seguridad en los coches. Muy pocos se los ponían al principio», sostiene Álvarez, el cual reconoce sin tapujos que prácticamente la mayoría de los miembros del club evitan el uso del chaleco por motivos de comodidad. «Cabe reconocer que el modelo más común te resta movilidad a la hora de desenvolverte en la embarcación», subraya.

No obstante, «Puerto Norte» advierte de que existe una alternativa. Se trata del chaleco salvavidas automático. «Esta prenda es muy cómoda. Permanece plegado hasta que caes al agua, momento en el que se hincha como un airbag», precisa. Su precio apenas alcanza los setenta euros. ¿Sus ventajas? «Esto te salva la vida. Si todos llevásemos puesta esta prenda la mortalidad en los accidentes de mar se reduciría ostensiblemente», afirma el presidente del club náutico, el cual añade que «tan sólo precisa una revisión cada tres años».

Álvarez reconoce que, cuando tiene lugar un accidente de esta naturaleza, la causa de muerte no siempre es el ahogamiento. «Un hombre sobre una lancha no es nada. Un simple mareo, un paso mal dado o un golpe de mar te pueden dejar fuera de juego», enfatiza y añade que un impacto recibido en una zona vital es en ocasiones la razón del fallecimiento. De todos modos, comenta que si se usa el chaleco el cuerpo permanece a flote. «Además, sus colores chillones hacen mucho más fáciles las labores de rescate», recalca.

La campaña iniciada por el club deportivo básico «Puerto Norte» es pionera en Asturias. La directiva de la entidad arenesca ha abierto una lista en la que los todos los interesados se pueden apuntar para adquirir un chaleco automático. «Nadie está libre de sufrir un accidente en la mar. Tenemos que romper el hielo de alguna forma y concienciar a la gente para incrementar su uso. Basta ya», concluye José Carlos Álvarez.