Myriam MANCISIDOR

Queso, pan y vino. Estos tres productos se pueden catar desde ayer en el pabellón de exposiciones de La Magdalena y los más aventureros pueden, incluso, arriesgar maridajes. La 30.ª Feria del queso y el vino abrió sus puertas con un total de 86 expositores: 43 de queso, 18 de vino, tres panaderías y 22 de cerámica. Y es que la cita gastronómica coincide como es habitual con la Feria de cerámica, que incluye además de puestos de venta una muestra en la que participan 22 ceramistas. El antiguo mercado de ganados permanecerá abierto de once de la mañana a once de la noche, doce horas al día para poder mover el «gargüelu» hasta mañana domingo.

La alcaldesa de Avilés en funciones, Pilar Varela, inauguró ayer el certamen y destacó que la feria supone «una oportunidad para compartir comida y arte». Subrayó además que este año, como novedad, varios hosteleros avilesinos elaborarán platos y pinchos en vivo con el queso como ingrediente protagonista. A la par se desarrollarán catas en 38 establecimientos que ofertarán, al tiempo, algún plato con alguno de los quesos participantes en la feria como ingrediente principal. «Esta feria atrae cada año a numeroso público, así que animo a los avilesinos a participar y a poner en valor los productos artesanos», dijo.

Entre las queserías que participan en el certamen las hay asturianas y también de otras regiones. Así, Valle Falla llegó a Avilés desde Aracena (Huelva) vestida de faralaes. Ofrece, entre otros productos, dos típicos de su tierra: la torta de Aracena de cabra y el queso sudao. «Llevo ya siete años participando en esta feria y creo que es un buen marco para la promoción de quesos artesanos», manifestó Falla. Desde Villanubla (Valladolid), José María Ramos y Lucía Martínez llegaron a La Magdalena con «MonteQuesos» y un pincho que ya en la última edición se lo quitaban de las manos: queso «PataOveja» con tomate y orégano montado sobre una rebanada de pan y al horno.

«Para nosotros pasar tres días en Asturias nos sirve de relax aunque estemos trabajando. Venimos de Castilla y allí el calor ya aprieta», sentenció Ramos, que añadió: «Además esta feria es especial, tiene un ambiente buenísimo y la gente es, sobre todo, honrada. Nadie se lleva un pincho sin pagar, algo que no ocurre en otros certámenes gastronómicos».

De más cerca, de Posada de Llanes, Ana Celorio ofrece en el pabellón de La Magdalena productos de la quesería Bedón. Celorio ya es una veterana en esta feria. «A la gente le gustan los quesos de sabor fuerte, mezcla o de cabra», aseguró, y destacó como sus colegas queseros que el certamen sirve más que para aumentar las ventas para promocionarse. «Es muy importante que te conozcan y aquí se consigue», recalcó.

Entre los puestos de vinos, distintos establecimientos -mayoritariamente de Avilés- ofrecían vinos con distintas denominaciones: Valdepeñas, Rioja, Rueda, Ribera del Duero, Bierzo, La Mancha, Albariño, Toro... Y los clientes iban de puesto en puesto buscando un queso para cada vino, o a la inversa. También hubo una muestra de cocina en vivo.

Hoy continuarán las actividades ligadas a la Feria. A las doce y media se entregará el premio al mejor queso de Asturias a cargo de la asociación Pláganu, luego habrá una cata del queso premiado y de seis a ocho y media se celebrará otro taller de cocina en directo. A la par, en los restaurantes de Avilés también se ofrecen productos relacionados con el queso y el vino.