Francisco L. JIMÉNEZ

El último episodio de mortandad de peces en la ría de Avilés -todavía anteayer se podían ver ejemplares inertes flotando en el agua a la altura del puente de San Sebastián- ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la calidad del agua del estuario. Y es que la reiteración de los sucesos de este tipo no va acompañada, según los miembros del Colectivo Ecologista de Avilés, de explicaciones claras de las autoridades sobre las causas de los incidentes medioambientales. Siempre queda en el aire la duda, y ésta alimenta todo tipo de suspicacias. Así, en el punto de mira suele aparecer Arcelor-Mittal como supuesta responsable de vertidos tóxicos que vendrían a explicar lo ocurrido; no obstante, la empresa siderúrgica jamás ha sido hallada culpable, al menos de forma oficial. «Tantas acusaciones infundadas dañan nuestra imagen», lamentan en el seno de la empresa.

A modo sucinto, la hemeroteca recoge incidentes contaminantes de ciera relevancia en la ría avilesina en noviembre y diciembre de 2007, en septiembre de 2009, en mayo y noviembre de 2010 y en enero y mayo de este mismo año. En todos los casos se abrieron investigaciones, pero sólo en uno se imputó públicamente la responsabilidad a Arcelor y para eso la empresa ganó un juicio posterior quedando exonerada de culpa y del pago de la multa que la había impuesto Medio Ambiente.

La falta de explicaciones oficiales sobre las causas por las que se mueren los peces de la ría multiplica las teorías al respecto. En relación al último incidente (el pasado viernes ), Arcelor proclamó su inocencia tras haber sido rápidamente señalada como presunta responsable de un vertido; desde medios sindicales se hizo ver que la obras de extracción de lodos que se está llevando a cabo en el tramo alto de la ría puede estar causando, con ayuda de la corriente, un esparcimiento de los mismos aguas abajo; e incluso se ha especulado con que los peces muertos no provienen de la ría sino de algún río afluente de la misma. Los guardas de Medio Ambiente, como en ocasiones anteriores, tomaron muestras de los peces muertos y del agua de la ría para abrir una investigación. «A ver si de una vez por todas nos enteramos de por qué pasan estas cosas», reclama Fructuoso Pontigo, portavoz del Colectivo Ecologista.