La Granda (Gozón), F. V.

Al carbón le quedan alrededor de 130 años de existencia como materia prima energética y encima las reservas más importantes están en manos de EE UU y Rusia. El gas será muy caro en el futuro y tampoco estará al alcance de todos, y el petróleo tiene los días contados. Esa es la visión del panorama energético que puso ayer sobre la mesa en La Granda el ingeniero industrial Juan Avilés, que ofreció una de las ponencias más apocalípticas del curso de verano sobre economía energética que ayer se clausuró en el chalé de Arcelor. A pesar de todo, en su opinión, España aún tiene una buena oportunidad para salvarse de la quema: aprovechar al máximo los recursos hidrográficos y potenciar las centrales hidroeléctricas, que junto a las nucleares están llamadas a convertirse en las más utilizadas por los países desarrollados. «Rusia, Brasil, China, Canadá... Todas las grandes potencias están apostando por las hidroeléctricas y nosotros también deberíamos hacerlo, pero parece que aún no nos hemos enterado», subrayó Avilés.

Juan Avilés tiene claro que para ponerse al día son necesarias varias actuaciones. Para empezar destacó la importancia de «regular el agua y empezar a tener claro que es de todos los españoles». Avilés defendió una «recuperación de las cuencas hidrográficas» que tienen que llevar a cabo «los técnicos y no los políticos» y abogó por la creación de un ministerio de Energía y Medioambiente, «y no al revés, porque solucionando el primero de los epígrafes también podríamos solucionar el segundo», apuntilló.

Juan Avilés considera que España tiene posibilidades para aumentar a el doble el número actual de presas -«algo que no pueden decir todos los países», señaló- y asegura que es imprescindible aprovechar los yacimientos de agua natural: «Aquí hay empresas como Coca Cola que se están haciendo ricas con nuestra agua, si llega el punto y hay que nacionalizarla, habrá que pensar en hacerlo», explicó el ponente. Juan Avilés también hablo de elaborar «un plan serio» para evitar la «desertización del sudeste español» y de iniciar proyectos para aumentar los depósitos de reserva en el subsuelo. «El subsuelo español no tiene que estar sometido a la política», dijo.

Por otro lado, el encargado de poner fin a los tres días de ponencias englobadas dentro del curso de verano sobre los «Principales aspectos de la economía energética española» fue el catedrático de Economía Aplicada y director de recursos corporativos de Iberdrola, el profesor Fernando Bécker Zuazua. Bécker hizo un repaso por todos los temas que se pusieron sobre la mesa durante las jornadas para llegar a una conclusión: «Si España quiere ser competitiva hay que desarrollar mecanismos para que la energía sea más eficiente y más barata».