Saúl FERNÁNDEZ

La actriz Charo López es una mujer de ideas claras: lo que le gusta, le gusta mucho. Y lo que no, pues nada. Presentó ayer en Avilés «Carcajada salvaje», una comedia del dramaturgo norteamericano Christopher Durang, una obra que ya estrenó hace 18 años y que esta noche (22.30 horas), de la mano de Pentación Espectáculos, se vuelve a estrenar; en esta ocasión, en el Palacio Valdés, la casa de los estrenos.

Ella es Charo López y, hace 18 años, a Él le dio vida Abel Vitón. Ahora Él es Javier Gurruchaga, que así regresa a la escena, después de 13 años de ausencia, después de «Las obras completas de William Shakespeare, abreviadas». «Hace 18 años encontramos la función y era una maravilla, una obra que entonces ya era demasiado moderna: ¿Quién hablaba entonces de la capa de ozono?», se preguntó la actriz en la presentación de la función. Sobre esta idea abundó Josep Costa, que puso la comedia en escena hace casi dos décadas y que la vuelve a dirigir ahora. «¿Qué debía pasar hace 18 años que ahora la función es todavía más actual? ¿La gente entonces no la entendía? ¿Yo he crecido?», se interrogó con una sonrisa.

«Son dos personajes muy normales a los que les pasan cosas muy pequeñas y de esas cosas pequeñas surge una bola de nieve», explicó Costa. «Del incidente se va tirando y aparece el hilo de la madeja. Así los dos personajes empiezan a hablar de cuestiones medioambientales, sociales, sexuales... de por qué estamos como estamos», añadió el director de escena.

«Carcajada salvaje», explicó Costa, recuerda «Días felices», de Beckett, «la historia de la mujer que se va enterrando y, pese a todo, sigue siendo optimista», apuntó el director de escena. O sea, «una comedia derivada del absurdo», concluyó el responsable del espectáculo actual y también del de hace dos décadas.

Charo López, cuando tomó la palabra, lo hizo de forma contundente: «Cuando comencé en este trabajo me planteé dos asuntos: no hacer gilipolleces y procurar hacer comedias». Lo primero, dijo, no lo consiguió, pero lo segundo, sí, sobre todo, desde que se decidió por la producción teatral. «Hice de india violada, yo, de india violada», apuntó. Las comedias se las quedó para la escena, porque si por algo es conocida la actriz es por la gravedad que dio a papeles tan señeros como los que le procuró el director asturiano Gonzalo Suárez. «Ahora tengo que disimular para no reírme en escena con lo que dicen los dos personajes», confesó.

Javier Gurruchaga recibió alabanzas del director y Charo López dijo de él que «era como un niño». A cambio, el músico la alzó a los cielos de la interpretación. «Es nuesta Anna Magnani».

El teatro Palacio Valdés colgará esta noche el cartel de no hay localidades.