A. P. GIÓN / E. C.

La Policía Local blindó ayer Cabruñana con el objetivo de impedir la celebración del ya tradicional «botellón» de San Agustín. El concejal de Policía, Pedro García, anunció hace unos días su intención de reforzar la presencia policial en las zonas con más aglomeraciones de jóvenes con motivo de la celebración de las fiestas avilesinas. La medida se tradujo ayer en un mayor número de agentes en las calles, en el cierre del parque de Cabruñana y en el control constante en la plaza Hermanos Orbón y Sabugo, el viejo barrio de pescadores. Ante esta circunstancia, centenares de jóvenes optaron por trasladarse con sus bebidas al parque del Muelle, que al cierre de esta edición estaba abarrotado.

«Me parece indignante que no dejen hacer hoy botellón en Cabruñana», protestaba ayer una joven avilesina a través de la red social «Twitter», la misma en la que hace unos días circuló la convocatoria del botellón de San Agustín. El pesar de algunos se tradujo en júbilo para otros. Los vecinos de Cabruñana llevaban años reclamando que se tomasen medidas para impedir los «botellones» en la zona verde. El multitudinario encuentro de jóvenes vinculado al consumo de alcohol del año pasado se saldó con serios desperfectos en el parque y en los alrededores y con el desvelo de los residentes por la algarabía.

«Habrá más efectivos de policía, pero no con ánimo represivo sino para mantener el orden público. No se trata de reprimir, sino de prevenir», subrayó ayer el concejal socialista Pedro García, que enmarcó esta medida en el plan especial de seguridad que se pone en marcha en épocas en las que se producen importantes aglomeraciones de gente en la ciudad, como es el caso de las fiestas de San Agustín.

«El dispositivo está formado por cuatro agentes, que se dedican exclusivamente a impedir que se formen los botellones. Creemos que no habrá que intervenir, la simple presencia policial ya es disuasoria», señalaron en medios policiales. Un total de cuatro dotaciones y dieciocho agentes de la Policía Local y otras cuatro de la Policía Nacional velaron ayer y la pasada madrugada por mantener el orden en la ciudad pese a la «folixa» de San Agustín.

Al cierre de esta edición el parque de Cabruñana permanecía cerrado y con vigilancia y tampoco había «botellón» en la plaza de abastos, otro de los lugares preferidos para esta práctica habitual en los fines de semana. Fue el parque del Muelle el que se llevó a todo el personal.