Marta PÉREZ

«No puedo estar tan cerca de él, no puedo». Arantxa Fernández es fan total y absoluta de la serie «El Internado» y de sus actores. Ayer se llevó la sorpresa de su vida cuando paseaba por Avilés en compañía de sus amigas y se encontró en una cafetería cercana al teatro Palacio Valdés al actor Martín Rivas, hijo del periodista gallego Manuel Rivas, elegido hace unos años el tercer actor más sexy de la televisión. Al joven de 26 años de poco le sirvió pasearse medio camuflado por Avilés con una gorra negra de los Bulls. Ellas -sus fans- lo reconocieron al instante. Muy simpático repartió autógrafos y se hizo fotos con todos los que se lo pidieron. Imágenes que, por otra parte, seguro que ya son las más comentadas de la semana en el universo avilesino de Tuenti, la red social preferida por los adolescentes.

Martín Rivas está en Avilés por dos motivos. Vino a ver el «Ricardo III» de Sam Mendes protagonizado por Kevin Spacey, que ayer a las siete y media de la tarde ofrecía su segunda función. También porque hoy será uno de los privilegiados alumnos que recibirán una clase magistral de teatro impartida por el mismísimo Spacey -fans de «El Internado», estense ustedes puntuales en el Teatro Palacio Valdés a las doce y media del mediodía-. Martín Rivas fue a ver «Ricardo III» acompañado de su pareja, la también actriz Irene Escolar, nieta de Irene Gutiérrez Caba. La joven Escolar también irá hoy a la clase de Spacey. En la nómina de alumnos actores está Álex González, que acaba de dar el salto a Hollywood protagonizando la última producción de la saga «X Men». González, pareja de Mónica Cruz, a su vez hermana de Penélope Cruz, también se pasó por el Palacio Valdés para ver «Ricardo III». «Es un privilegio poder ver un espectáculo así sin salir de España. En Avilés tienen que estar encantados», dijo el actor. González también comentó que hoy, después de la clase magistral con Kevin Spacey, se acercará a conocer el Centro Niemeyer, del que dijo tener «muy buenas referencias». La actriz Celia Freire, conocida por su papel de Blanca en la serie «Física o química» también se dejó ver ayer por Avilés, y asistirá hoy a la clase magistral.

El que ya no está para clases, porque podría impartirlas sin problema, es Javier Cámara, un derroche de simpatía ayer a las puertas del Palacio Valdés. «Estoy encantado de hablar con usted, señora, pero es que ya empieza la obra y dicen que es buena», explicó a una avilesina que le recordaba las risas que se echa con él cada vez que lo ve en el cine o en la televisión. «Eres un grande, un monstruo», le espetó Isolina Alfonso al bueno de Cámara. En su paseo hacia el teatro el actor también tuvo tiempo de atender a LA NUEVA ESPAÑA para explicar que es «un gran admirador» del trabajo de Kevin Spacey y que el teatro Palacio Valdés le trae muy buenos recuerdos porque son ya unas cuantas las veces que se subió a sus tablas. Cámara se confesó «un enamorado» de Avilés y realizó una defensa pública del Centro Niemeyer. «Yo siempre digo que estoy alucinado de que con el poco dinero que costó se haya puesto en marcha tan rápido y con tanto éxito», dijo el actor. «Creo que para la gente que vive en Avilés es un orgullo poder contar con un equipamiento así. Además me parece que es un revulsivo económico para la ciudad, porque aquí viene mucha gente que come y se hospeda en Avilés», añadio.

La actriz Verónica Forqué se dejó conquistar por el trabajo de Kevin Spacey. Fue invitada al cóctel de celebración del estreno, en el foyer del Palacio Valdés. Llegó la superestrella y ella no paró hasta conseguir una foto. «Parezco una quinceañera», dijo. Se acercó finalmente, le felicitió y le pidió permiso para hacerse la foto. Spacey no puso impedimento. La Forqué le dijo que ella también era actriz y Spacey dijo: «Good luck».

Pero Forqué no tuvo buena suerte, porque perdió la foto. Luego coincidió que la compañía «The Bridge Project» cenó en el mismo restaurante que la Forqué (La Posada). Forqué lo abordó de nuevo: «Es que se le ha borrado la foto». Spacey sonrió y se dejó retratar.