Marta PÉREZ

El padre de los tres menores maltratados de Soto del Barco solicitará su custodia a la Consejería de Bienestar Social del Principado, después de ser absuelto por el Tribunal Supremo de las acusaciones de maltrato. Así lo indicó ayer el abogado que representa los intereses de la familia paterna, Pedro Paulino Sánchez, de Asturlex.

El hombre, Javier H. J., había sido condenado por la Audiencia Provincial de Oviedo a veinte años de cárcel al considerarle responsable de maltratara a sus tres hijos -un niño y dos gemelas de meses- «por omisión del deber de impedir su comisión», que se atribuye a la madre. El Supremo le absuelve ahora de estos delitos al entender que «no existen elementos de los que deducir que el recurrente pudo comprobar unas lesiones para las que eran necesarios estudios médicos especializados, por tratarse de lesiones neurológicas», tal y como adelantó ayer este periódico. La misma sentencia del Tribunal Supremo rebaja en tres años la pena de veinte impuesta a su pareja, la madre de los niños, al absolverla del delito de violencia habitual.

El abogado de Javier H. J. anunció ayer que la familia paterna estudia iniciar los trámites necesarios para revocar la orden de adopción de los tres niños de la pareja, que se encuentran en la actualidad bajo tutela de los servicios sociales de la Consejería de Bienestar Social del Principado. Un Juzgado de Oviedo suspendió el 15 de febrero de 2008 la guarda y custodia de los padres sobre sus tres hijos menores y la Consejería de Bienestar Social declaró el día 17 de ese mismo mes a los tres menores en situación de desamparo y asumió la guarda y acogimiento residencial en un centro de menores.

La sentencia absolutoria del Supremo anula la orden de alejamiento que pesaba sobre el padre con respecto a sus hijos. Fuentes cercanas al caso con las que ha contactado este periódico aseguran que el Principado espera a que la sentencia del Supremo sea firme para estudiar la posibilidad de revocar la orden de adopción.

Una de las gemelas presenta secuelas irreversibles como resultado de los malos tratos. Según trascendió en el juicio celebrado en febrero de este año la pequeña, que ahora tiene cuatro años, presenta una parálisis cerebral, encefalopatía grave, déficit neurosensorial y visual. La otra gemela, a consecuencia de las lesiones, no es capaz de sostener erguida la cabeza con normalidad. También ha sufrido pérdida de agudeza visual en un ojo. En cuanto al tercer hijo, presentó también hematomas, heridas en una pierna y en un tobillo, pero en el juicio celebrado en la Audiencia no quedó probado que fueran consecuencia de malos tratos de sus padres.

En la actualidad los padres de los tres menores, que están casados por el rito gitano, no viven juntos. Cada uno de ellos reside con sus respectivas familias en Soto del Barco y Muros del Nalón. Ambos están en libertad porque durante el periodo de instrucción de las diligencias del caso su defensa logró la libertad provisional sin fianza para el padre y la madre. La sentencia con penas de cárcel de la Audiencia Provincial de Oviedo no llegó a ejecutarse, al recurrir ambas partes al Tribunal Supremo. La pena queda anulada en el caso del padre, mientras que a la madre aún le queda la posibilidad de recurrir al Tribunal Constitucional.