La multinacional del alumnio Alcoa recortará su capacidad de producción en 2012 en las plantas de Avilés y La Coruña y cerrará la planta italiana de Portovesme. Así lo anunció ayer a mediodía la compañía a los representantes de los trabajadores, que iniciarán a partir de hoy mismo el periodo de consultas con las empresa para analizar cómo afectarán esos recortes a la actividad y al empleo de las plantas. Fuentes próximas a la empresa señalaron que la intención de la compañía pasa por reducir en 90.000 toneladas la producción de las plantas de Avilés, con 511 trabajadores, y La Coruña, con 450. La fábrica avilesina, que capeó en los últimos años los efectos de la crisis, tiene una capacidad de producción de 93.000 toneladas al año y 87.000 la coruñesa, por lo que la producción que suman ambas se verá reducida a la mitad este año en base a los recortes anunciados por la multinacional.

La tijera se enmarca en el Plan global de reestructuración del negocio de Primario de Alcoa, que supondrá un recorte de casi el 12 por ciento (531.000 toneladas) de la capacidad de producción mundial de la multinacional. La compañía anunció el pasado día 5 el cierre definitivo de la planta que la compañía tiene en Tennessee y de dos series de electrólisis de la planta texana de Rockdale (Estados Unidos). Según trascendió ayer, el plan incluye el cierre permanente de la planta de Portovesme (Italia) mientras que en Avilés y La Coruña se llevará a cabo «un recorte parcial y temporal de la capacidad de producción».

La compañía advierte que las de Portovesme, Coruña y Avilés «están entra las plantas con mayores costes de producción» del entramado Alcoa. «La posición poco competitiva de la energía, junto con el incremento de los costes de las materias primas y la caída del precio del alumnio (se desplomó un 27 por ciento respecto a su máximo de 2011), ha motivado el recorte de la capacidad de producción previsto en dichas plantas», argumenta la multinacional. Estos recortes en las instalaciones europeas representan el 5 por ciento de la capacidad global de producción de Alcoa, 240.000 toneladas. En total, la multinacional reducirá su capacidad total un 12 por ciento.

«Alcoa ha analizado todas las posibles soluciones y se ha decantado por las menos traumáticas para sus plantas en España y para garantizar su futuro. La situación económica actual y las malas perspectivas han llevado a la compañía a considerar los recortes como la mejor opción», señaló una portavoz de la multinacional. Y añadió: «La intención de la empresa es abrir de inmediato el periodo de consultas con los representantes de los trabajadores. El número total de afectados no se podrá determinar hasta que el período de consultas haya concluido».

En medios sindicales reconocen que no esperaban comenzar el año con decortes tan drásticos, pese a conocer el comportamiento negativo del mercado. «Sí sabíamos que el precio del aluminio estaba muy bajo, que el segundo semestre de 2011 fue muy malo y que los centros de Avilés y La Coruña iban a cerarr el año con pérdidas o con muy pocos beneficios. Pero como las previsiones para el segundo semestre de 2012 eran positivas, confiábamos en que ese repunte no implicaría determinaciones como las que acabamos de conocer», apuntó ayer José Luis Combarro Infantes, presidente del comité europeo de Alcoa.

Representantes de los trabajadores de la fábrica avilesina señalaron ayer que sólo conocen la información que ha trascendido a los medios de comunicación y evitan hacer estimaciones sobre cómo afectarán los recortes al empleo y a la actividad de la fábrica. Y es que en algunos medios señalan que puede producirse la paralización de algunas de las líneas de producción. «Cualquier suposición con la información que tenemos es aventurarse», sostienen.

El vicepresidente ejecutivo de Alcoa y presidente del negocio global de Productos Primarios de la Compañía, Chris Ayers, hizo ayer unas declaraciones sobre la reestructuración que tiene entre manos la compañía, líder mundial en la producción de aluminio primario: «En la actual economía global, que cabia rápidamente, hay que responder de forma rápida para mantener la competitividad. Se ha tomado esta decisión después de analizar todas las alternativas posibles. Estamos comprometidos en trabajar par buscar soluciones que minimicen el impacto en estas comunidades y en los trabajadores».