Myriam MANCISIDOR

Los profesionales que ejercen en el área sanitaria avilesina mantienen la tuberculosis bajo control: el número de nuevas infecciones ha descendido un 63 por ciento en la última década. Así en el año 2000 se diagnosticaron en el San Agustín 60 casos frente a los 22 de 2011, según datos facilitados por el neumólogo y jefe de sección de neumología del centro, José María García. El especialista lidera desde 2008 un programa piloto en la región que tiene como objetivo analizar la prevalencia de la tuberculosis en Asturias y la situación de las personas que conviven con estos pacientes (contactos).

García explicó que el descenso de nuevas infecciones de tuberculosis se debe, en parte, al tratamiento que se facilita a los enfermos y al cumplimiento del mismo por parte de los afectados. Incidió además en la importancia de realizar un seguimiento médico a las personas que conviven con pacientes que sufren esta enfermedad infectocontagiosa, una de las más prevalentes del mundo. Para que las estadísticas continúen a la baja en cuanto al número de casos de tuberculosis, García avanzó que su intención es continuar con el trabajo para estudiar nuevos casos y controlar los ya existentes. El equipo que está al frente del estudio realiza a los afectados y a sus contactos diferentes pruebas como la de la tuberculina o radiografías de tórax.

El grupo de estudio de contactos de tuberculosis del área sanitaria avilesina lo forman responsables de Salud Pública, atención primaria y especializada (neumología, medicina interna, pediatría, microbiología y radiología). Los tres equipos asistenciales han consensuado pautas comunes y ahora comparten las decisiones que afectan al estudio de contactos de tuberculosis. Para la formación del grupo, los profesionales participaron en una jornada de formación y crearon una web -http://www.tuberculosisaviles.org-, donde existe una base de datos que los profesionales ya utilizan para la toma de decisiones terapéuticas y conocer el cumplimiento de los tratamientos que se dan a cada enfermo. El trabajo de investigación cuenta también con el respaldo de la Sociedad Asturiana de Patología Respiratoria (Asturpar).

Hasta la década de los 80 del pasado siglo, la tuberculosis en Asturias presentaba una incidencia muy superior a la media nacional. Aunque en los últimos veinte años esta diferencia se ha acortado, es aún 1,6 veces superior a la del total de España. José María García explicó en la presentación del trabajo que el riesgo de infección en contacto con un enfermo de tuberculosis depende de la intensidad (duración, frecuencia y regularidad), las características del espacio compartido y la susceptibilidad del contacto.