Agencias / M. M. / E. C.

El conflicto que enfrenta a la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y la entidad alemana DKMS por los registros de donantes de médula ósea ya está en los tribunales. Así, varios representantes de la firma alemana anunciaron ayer en Madrid que habían presentado un recurso contencioso-administrativo por «obstaculizar su labor», como ya había adelantado LA NUEVA ESPAÑA. Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad ultima una normativa para establecer un registro único y público de donantes de médula ósea en España, e impedir así nuevas campañas como la que la DKMS realizó en Avilés hace unos meses, y en la que se registraron más de 1.200 donantes voluntarios. La entidad alemana se introdujo por primera vez en España de la mano del paciente avilesino Hugo Pérez, que recurrió a la DKMS en busca de un tratamiento para curar su leucemia, y que precisaba de un donante compatible.

Las claves de la batalla sanitaria en torno a los trasplantes son las siguientes:

Tarifas. La firma alemana DKMS cobra 14.500 euros por cada donante de médula que proporciona, de acuerdo a sus tarifas. En España los receptores no tienen que pagar por el material biológico del registro español de donantes (REDMO), que gestiona la Fundación José Carreras desde 1994. Aún así, la ONT adquirió en más de una ocasión material biológico a DKMS, que cuenta con 2,6 millones de donantes potenciales frente a los aproximadamente 120.000 que suma el registro estatal. Ayer, los representantes de DKMS aseguraron que la entidad trabaja «sin ánimo de lucro» y que busca únicamente el beneficio de los pacientes. Sin embargo Sanidad sostiene que esta práctica es contraria al «modelo español de trasplantes, que está basado en la solidaridad, equidad y el acceso universal de los ciudadanos con independencia de su situación socioeconómica».

Captación. La Fundación José Carreras prevé seguir buscando donantes en el registro mundial, incluido Alemania. Pero dicho organismo, dependiente de Sanidad, rechaza que organizaciones privadas como DKMS busquen en España donantes de médula ósea para trasplantes, como ocurrió el pasado octubre en Avilés. Entonces la campaña fue a favor de Hugo Pérez. La Organización Nacional de Trasplantes sostiene que la empresa DKMS «intenta encontrar recovecos legales para establecer en nuestro país un registro paralelo y sacar un provecho». La fundación DKMS, por su parte, afirma que en España falta médula ósea y que prueba de ello es que en 2010 un total de 124 donaciones para pacientes españoles provinieron del registro alemán. «Por eso trabajamos para ampñliar constantemente el volumen de nuestro registro y ofrecer así una esperanza de supervivencia al mayor número posible de pacientes de leucemia».

Dudas legales. La ONT basa sus argumentos legales en que la empresa DKMS ha realizado «tareas de promoción de la donación y obtención de donantes sin el conocimiento previo de las autoridades sanitarias». Además asegura que «el llamamiento masivo de búsqueda de donantes para un paciente concreto» vulnera el Real Decreto sobre calidad y seguridad para la donación, que exige que la promoción de este acto solidario se realice de forma general sin buscar un beneficio para personas concretas.También la circulación de muestras biológicas carecía del permiso de Salud Exterior, según la ONT. Y DKMS tiene los datos de los donantes españoles que luego transfirió al registro internacional, y el organismo español pone en duda que la Agencia Española de Protección de Datos lo haya autorizado. Por su parte, el fundador de DKMS y miembro de su consejo de dirección, Gerhard Ehninger, negó ayer las acusaciones de ilegalidad: «Cumplimos todo lo que dice el derecho internacional y la legislación española». Además, pidió la protección de la nueva ministra de Sanidad, Ana Mato. «Espero que no apruebe leyes 'anti-vida'», afirmó otro responsable de la entidad, dirigiéndose a la ministra. «No luche contra DKMS, sino contra la leucemia».

Procedimientos. La DKMS organiza campañas de captación de donantes. Los voluntarios entregan muestras de su saliva, untada en un bastoncillo, y esas muestras se envían a los laboratorios alemanes para tipificar los halotipos. Luego esos datos pasan a formar parte del registro de la DKMS, que cuenta con más de 3 millones de donantes (2,6 en Alemania). En cuanto al Registro Español de Donantes, cuenta con más de 80.000 donantes de médula ósea tipificados y más de 40.000 unidades de sangre de cordón almacenadas. El 80 por ciento de los españoles que precisan un donante de médula ósea lo encuentran, según fuentes de la ONT, gracias al Redmo. Según informó ayer la ONT, junto con el Principado de Asturias, busca una fórmula para que «aquellas personas que de buena fe se han incorporado a la base de datos de DKMS-España se den de alta en el Registro Español de Donantes de Médula Ósea, si así lo desean».

Acciones legales. La Organización Nacional de Trasplantes ha recurrido a la Abogacia del Estado para denunciar lo que considera una práctica ilegal por parte de la DKMS. Esta firma asegura, a su vez, que la ONT «ha actuado sin fundamento legal alguno» y por eso ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo contra el registro estatal y las autoridades sanitarias españolas. La DKMS espera en un futuro «colaborar con las autoridades sanitarias españolas con el fin de poder llevar a cabo sus actividades en España con total normalidad». De ser así sería la primera vez que una empresa ajena al Sistema Nacional de Salud abriera la puerta a las donaciones de médula en España. Francia y Brasil rechazaron en su día que DKMS abriera registros de donantes en ambos países.