I. MONTES /

M. MANCISIDOR

«No la toqué, cayó al suelo dos veces, una en el aparcamiento y otra en la carretera, por estar ebria. Cuando llegó la Policía la estaba cogiendo por la capucha de la sudadera para levantarla y llevarla a la acera», defendió ayer J. P. A. T., de 33 años, ante el magistrado del Juzgado número 5 de Avilés, especializado en temas de violencia doméstica. Pero el juez dictó prisión preventiva para J. P. A. T., que ante el magistrado dio una versión distinta a la que recogieron los agentes de la Policía Local de Castrillón. Entonces dijo que «intentaba tirarla al mar por celosa». En palabras de su abogado, Ignacio Hernando Acero, J. P. A. T. reconoció que el pasado miércoles tuvo una discusión con su pareja motivada por los celos de M. S. C., con quien llevaba año y medio conviviendo en un piso de Raíces Nuevo. Pero negó los hechos que se le imputan: un delito de tentativa de homicidio y lesiones.

La secuencia de los hechos se inició pasadas las diez de la noche del martes, según relato de Hernando Acero, cuando J. P. A. T. salió de trabajar. Su pareja estaba en un bar de Raíces Nuevo «ya borracha». El ahora preso fue también al local, donde consumió «unas cervezas y un cubata» y comenzó la discusión. Era más de medianoche. «Fueron a casa y como él es el presidente de la comunidad de vecinos del bloque, para no molestar al resto de residentes optó por marchar con la mujer -también de 33 años- a la playa de Salinas para que desahogara o pegara voces, pero sin intención de tirarla por ningún sitio o causarle daños», dijo el letrado.

La supuesta víctima, que el miércoles prestó declaración en calidad de testigo ante la Guardia Civil, ayer no presentó denuncia ni declaró ante el juez, aunque acudió a las dependencias judiciales con una escayola en la pierna derecha por una fractura de rótula ocurrida supuestamente durante el suceso. A juicio del abogado Ignacio Hernando Acero y a falta del informe forense, estas lesiones «son accidentales». «Ella ingresó en el San Agustín con intoxicación etílica asociada con consumo de droga. La rótula se la pudo romper al caer dos veces, una de ellas del coche, un Audi TT», agregó el letrado.

J. P. A. T. fue visto ayer por el médico forense y también presenta lesiones, según el abogado: mordeduras y desgarro de piel en la mano y uno de los gemelos. El cambio de versión de J. P. A. T. su abogado lo achaca «al estado de embriaguez y acaloramiento, por lo mismo que prefirió ir a la playa».

El letrado, eso sí, dejó claro que el ahora detenido declaró que M. S. C. se metió voluntariamente en el coche después de la discusión que comenzó en el bar y siguió en la vivienda, «donde causó destrozos en el ordenador». Ya en el aparcamiento del Museo de Anclas «se produjo un forcejeo» dentro del coche. «Ella salió del coche en situación de mal equilibrio, cayó en el aparcamiento, siguieron discutiendo y volvió a caer en la carretera. Fue entonces cuando él la cogió por la capucha y llegó la Policía Local», dijo Hernando Acero.

La próxima semana previsiblemente pasarán por el Juzgado testigos -algunos vecinos ya prestaron declaración ante la Guardia Civil- para esclarecer el caso. La versión que dio a los agentes M. S. C., que ayer no quiso declarar, dista de la versión de J. P. A. T., con quien ya había tenido un enfrentamiento en octubre. J. P. A. T., ahora en Villabona, está acusado de un delito de tentativa de homicidio y lesiones que puede suponerle entre cinco y diez años de prisión.