Era algo habitual en el movimiento hippie de los sesenta llegar a un lugar y sorprender a propios y extraños con manifestaciones artísticas derivadas de su modo de entender el mundo. Teatro, baile, música en vivo... Casi nunca lo planeaban, y siempre aspiraban a contagiar al resto, aunque rara vez lo conseguían. Porque en aquellos primeros pasos, el movimiento no estaba muy bien visto: Ronald Reagan llegó a definir a los hippies como tipos con el pelo como Tarzán, que caminan como Jane y huelen como «Chita». Avilés retrocedió ayer cuarenta años en el bucle del tiempo para recibir a una brillante, psicodélica, y colorida caravana hippie que desfiló emulando uno de aquellos «happenings» de sus precursores sesenteros. Y esta vez sí: en Avilés, Antroxu de 2012, los hippies lograron corromper al resto.

El Desfile de antroxaos, moxigangues y carroces -y ya van treinta y una ediciones- partió camino de las siete de la tarde de la calle José Cueto entre vítores y movimientos de cadera, encabezado por el máximo exponente del movimiento hippie avilesino, los Hippies Olímpicos, que tienen su comuna en Llaranes; Reyes del Goxu y de la Faba, son los inductores de toda esta revolución de paz, amor y estados alterados de conciencia que desde el jueves de Comadres invade la ciudad.

Ropas de colores brillantes, camisetas floreadas, faldas desteñidas, pantalones de campana... La estética hippie hiló un vistoso desfile que se prolongó durante más de dos horas que se hicieron cortas, por obra y gracia del buen rollo, y a pesar del frío. La Policía Local calcula que unas veinte mil personas llenaron las calles de la ciudad al paso de la caravana del «don't worry, be happy», que recorrió, por este orden, las calles José Cueto, La Merced, Pedro Menéndez, La Muralla y La Cámara para recalar en la plaza de España. Allí se entregaron los premios del desfile, con dotación económica incluida; sabido es que los hippies nunca lograron vencer al capitalismo. Condujo la ceremonia el actor Alberto Fernández, conocido por su personaje «La Marquesina».

Las charangas y fanfarrias animaron el cotarro y pusieron banda sonora al desfile. Actuaron «El Compango», «Picante», «El Felechu», «El Ventolín» y «Pepe el Chelo». También sonó música en los artilugios que descendieron Galiana el sábado, y que ayer repitieron en el desfile. Hubo quien apuntó que, dada la temática hippie, la banda sonora debería inspirase más en Janis Joplin y Jimi Hendrix, y menos en el tan pegadizo como cansino «Si eu te pego» de Michel Teló. Aunque hubo sonadas excepciones, como el «A la la la la long» de Bob Marley, que se escuchó en el artilugio «Fumi-Scooby», de la peña Los Chambones, que se curraron una coreografía y pusieron a bailar a grandes y pequeños. Fueron estos últimos, los niños, que apuntan maneras de grandes antroxeros, quienes más disfrutaron del desfile hippie-olímpico.

Como en la comuna del buen rollito hay cabida para todos, también desfilaron miembros de otras tribus urbanas. Por ejemplo, en la fiesta callejera estuvieron «Barbie» y «Ken» empaquetados en cajas rosas de Mattel; los personajes de «Águila Roja»; el reparto al completo de la saga «El señor de los anillos»; el Tío de la Vara (con mayúsculas porque es un superhéroe) y la vieja del visillo; un gallinero con sus pollos alborotados venga a poner huevos; «Los Haique» en procesión invocando a San Jacobo y Saint-Gobain; Eliot, el niño de ET, con ET -el extraterrestre- sentado en el cesto de su bici; y un tren expreso con pasajeros de época que eran puro teatro.

Para el anecdotario del Defile de antroxaos, moxigangues y carroces queda un pequeño atasco en la calle de Pedro Menéndez. El arco iris del amor del artilugio «Fumeta Olímpico», de Pillarno Corporeison, ganadores del Descenso de Galiana, se atoró en un andamio. Aquello no iba ni p'alante ni p'atrás. Un mocetón de Pillarno, fuerte y atrevido, ascendió por el andamio con la agilidad de un macaco para zanjar el incidente. La tripulación a bordo del «Fumeta Olímpico» colaboró desde la proa, y el asunto se resolvió sin lamentar daños materiales ni personales. Cuando el de Pillarno bajo del andamio y puso los pies sobre la tierra el público rompió en un aplauso espontáneo al grito de «¡gallu!» y «¡valiente!». La ambulancia cerró un desfile antroxero en el que, por fortuna, no hubo incidentes.

Reflexionando sobre lo visto y acaecido, quizás la descripción que hizo el señor Reagan de los hippies no esté tan mal traída. A sólo unas horas de la quema de la sardina, esta redactora está en condiciones de afirmar que los hippies llevan el pelo como Tarzán, caminan como Jane y después de seis días de folixa, es más que probable que el disfraz de alguno huela como el pelaje de la mona «Chita» (en paz descanse).

Decenas de niños y jóvenes participaron en la tradicional fiesta de Carnaval en la plaza de Europa de Piedras Blancas. El acto estaba organizado por las monjas de la parroquia y por Manos Unidas. El dinero recaudado con la venta de repostería casera se dona para la campaña contra el hambre. En la foto, un grupo de niños disfrazados, informa Inés MONTES.

Los abuelos de la residencia «San Telmo» de San Juan de la Arena disfrutaron ayer de una fiesta de Carnaval en compañía de familiares y amigos (en la foto). El acto fue promovido por el grupo de terapia ocupacional del centro y los mayores participaron en la confección de sus disfraces, que se vieron en un desfile. La fiesta terminó con chocolate y churros, informa Ignacio PULIDO.

El Antroxu avilesino toca a su fin. El entierro de la sardina despedirá hoy -hasta el año que viene, crisis mediante- el programa de Carnaval. La Cofradía de la Sardina Arenque protagoniza a las seis de la tarde el desenclavo de la sardina con un ¡adiós con el corazón! en la cancha polideportiva de Llaranes. A las siete y media, en la plaza del Carbayo tendrá lugar el velatorio y entierro de la sardina. El cortejo fúnebre irá acompañado por las dignísimas autoridades, plañideras y fanfarrias. El cortejo desembocará en la plaza de España. En este mismo escenario, a las ocho y media de la tarde, se procederá a la quema de la sardina, con tronada final.