Piedras Blancas,

Inés MONTES

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) se ha hecho cargo de la elección del juez de paz sustituto de Castrillón. La Corporación castrillonense fue incapaz en el último año de consensuar un candidato para el puesto, que está vacante desde marzo de 2011. El gobierno municipal de IU convocó la plaza en dos ocasiones en los últimos meses pese a la postura contraria de la oposición, que defendía la permanencia de Mirtha Arias Fernández, la que fuera juez de paz sustituta durante los últimos años.

Mirtha Arias, hija del que fuera alcalde de Castrillón por el PSOE Francisco Arias, fue nombrada juez de paz sustituto en 2007. Al cumplirse los cuatro años en el cargo, según la normativa, el Ayuntamiento podía prorrogar el nombramiento o volver a convocar la plaza. IU decidió convocar la plaza, a la que se presentaron Mirtha Arias y Cristina García. IU, con el apoyo de Foro Asturias, aprobó el nombramiento de esta última, que finalmente renunció al nombramiento, lo que obligó al gobierno local a volver a convocar la plaza a finales del año pasado.

Un total de 24 aspirantes se presentaron en la segunda convocatoria e IU llevó al Pleno del pasado 31 de marzo la propuesta de designar como juez de paz sustituto a César Luis Ferro Álvarez, que contó con los votos en contra del PP y las abstención de Foro y el PSOE. Así, la plaza quedó desierta.

La sala de Gobierno del TSJA acordó en la reunión que celebró el pasado 15 de febrero, convocar la plaza «a la vista de las actuaciones practicadas por el Ayuntamiento de Castrillón y al no haberse alcanzado por el Pleno el quórum legalmente previsto para la designación». Las personas interesadas en optar a la plaza deberán enviar la solicitud al Tribunal Superior de Justicia, en Oviedo, acompañada de los méritos, certificado de antecedentes penales y copia del DNI.

Mirtha Arias, que reside en el concejo, había presentado un recurso a la primera convocatoria pues estaba dispuesta a seguir en el puesto. En el recurso, Arias sostenía que su relevo fue injusto y que la decisión del gobierno local se debió a «una venganza política, debido a la animadversión de IU y en especial de la alcaldesa, Ángela Vallina, contra mi padre».