El programa «Avilés Alquila» que impulsa la Fundación San Martín facilitó ya la firma de un primer contrato y cuenta con ocho viviendas más inscritas y varios contactos de propietarios e inquilinos interesados. El objetivo de promocionar el alquiler de viviendas, ofreciendo a los propietarios unas garantías para que pierdan el miedo. El gerente de la fundación San Martín, Fermín Bravo, asegura que además se pretende conseguir también una moderación de los precios, con el efecto contrario de lo que consiguieron las ayudas al alquiler. «Queremos reducir los precios en beneficio de los inquilinos. Así todos ganan: la propiedad, que tendrá unas garantías cubiertas, y el inquilinato que tendrá rentas más asequibles».

Los propietarios tienen que garantizar que la vivienda está perfectamente habitable, con los suministros dados de alta, y luego ceñirse a un precio máximo que está fijado por zonas. Así por ejemplo una vivienda de 70 metros cuadrados en Versalles tiene un precio máximo de 360 euros, y esa misma vivienda en la calle La Cámara, 400 euros. Los precios están estipulados en orden decreciente según se alejan del centro, aunque también se tiene en cuenta la condición de la vivienda. El piso más caro sería un piso nuevo en el centro, con un precio igual que el de la vivienda protegida concertada en alquiler, y el más barato, antiguo y en un barrio alejado, sería equivalente a la vivienda social en alquiler.

En cuanto a los requisitos para el demandante, tiene que demostrar capacidad de pago. «Creemos que hay que actuar con sensatez. Antes había quien se planteaba comprar vivienda como si fuera comprar un bolso», indica Bravo. Los futuros inquilinos tienen que demostrar unos ingresos al menos 2,5 veces superior al precio de la vivienda. Así, para un alquiler de 300 euros, son necesarios 750 de ingresos. Además están prohibidos los hacinamientos, y no se permiten más de dos personas por habitación. Otra obligación para los inquilinos es hacer un seguro de vivienda.

La Fundación San Martín ofrece una garantía de hasta cinco meses de pago a los propietarios. Lo que Bravo subraya es que para obtener esa compensación los propietarios tienen que demandar al mes de impago. Además los propietarios que opten por la tarifa dos (que ofrece rentas un cinco por ciento más bajas que la uno) tendrán también los gastos de abogado y procurador cubiertos en caso de que sea necesario ir a juicio.

La Fundación San Martín, junto al concejal de Urbanismo, Teófilo Rodríguez, se han puesto en contacto con las inmobiliarias avilesinas para invitarlas a participar en el programa, con un incentivo del 150 por ciento de la comisión siempre que aporten a un propietario o arrendatario. «La idea es colaborar, no pretendemos quitarles trabajo sino generar un producto de interés».

La crisis ha hecho que muchos inquilinos hayan tenido que dejar sus viviendas y volver al núcleo familiar. Ellos son algunos de los que podrían beneficiarse de una bajada de los precios. Porque de momento se mantienen inamovibles. «El mercado de segunda mano sí está bajando, pero los alquileres de momento no, y tendrán que hacerlo».