El Ministerio de Fomento ha prohibido la ejecución de todas las inversiones previstas para los puertos españoles que no se encuentren ya en fase de ejecución y advierte de que las Autoridades Portuarias tienen que ser absolutamente viables para mantenerse en el sistema. Las que no cumplan este requisito podrán verse afectadas por procesos de fusión con otros puertos o privatizaciones. Así lo aseguró ayer el presidente de la Autoridad Portuaria avilesina, Raimundo Abando, haciéndose eco de las indicaciones que el Ministerio de Fomento trasladó al organismo público Puertos del Estado. En un principio, estos recortes no afectarán al puerto local, cuyo presidente ya había descartado acometer la tercera fase de la ampliación de los muelles por la margen derecha de la ría.

El Puerto avilesino fue en 2011 el primero del país en cuanto a incremento porcentual de beneficios. Según explicó Raimundo Abando tras el Consejo de la Autoridad Portuaria celebrado ayer, los muelles locales cerraron el pasado año con 3,5 millones de euros de beneficios, más del doble que en 2010, cuando no superó los 1,6 millones. Estos resultados están motivados, según Abando, por el incremento de los tráficos (por los muelles pasaron 5,1 millones de toneladas, un 11,48 por ciento más que el año anterior), por un incremento del 21 por ciento de la cifra de negocio («el mix de mercancía es más favorable y estamos manejando la cuenta de resultados de forma más eficaz», señaló) y un descenso del gasto corriente del 10 por ciento en el último año.

Abando también explicó que la prórroga presupuestaria permitió a los puertos acometer cambios en sus planes de negocio. «En nuestro caso, el plan de 2012 ya estaba hecho pero no lo firmé porque no creía ni en los tráficos ni en los resultados que preveía. Lo hemos cambiado al completo y ahora es mucho más realista tanto desde el punto de vista de los tonelajes como de los resultados», señaló el presidente de la Autoridad Portuaria, que comunicó las pautas que seguirá el puerto local y que no son otras que las indicaciones dictadas por el Ministerio de Fomento. Además de la prohibición total de nuevas inversiones que no estén ya en ejecución, los puertos tienen totalmente restringido el nuevo endeudamiento y deben reducir el gasto corriente.

El Gobierno también obliga, «en la medida de lo posible», a vender todas las participaciones que las Autoridades Portuarias tienen en otras empresas o a reducirlas al máximo posible. «Esto es lo que esta Autoridad Portuaria lleva haciendo desde que yo soy presidente. La primera fase de ampliación del Puerto por la margen derecha conlleva 700.000 euros de amortización y lotro tanto la segunda (ahora en fase de ejecución). Si hubiésemos seguido adelante con la tercera fase, estaríamos hablando de 1,5 millones más de amortización. En 2015 posiblemente estaríamos en pérdidas. La fiesta se ha terminado», declaró Abando, que volvió a manifestar su malestar por la participación del Puerto avilesino en la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA). «Me encantaría vender mi participación en la ZALIA, que le ha costado al Puerto el año pasado 90.000 euros, pero desgraciadamente nadie la compraría», señaló.

En cuanto el viejo debate de la posible fusión de los puertos de Avilés y El Musel, Raimundo Abando dijo: «Siempre estuve en contra de la fusión. Son dos puertos complementarios y ahora, además, están bien coordinados. No habrá fusión, a no ser que venga impuesta».