Director de «Brokers

Saúl FERNÁNDEZ

David Ottone es el director del espectáculo «Brokers», el espectáculo de «Producciones Yllana» que inaugurará el sábado que viene (20.30 horas, 18 euros) la programación teatral en el auditorio del Centro Cultural Internacional Avilés (antiguo Niemeyer). Este espectáculo lleva cuatro años rodando por España y su representación será la primera completa sobre el escenario diseñado por Oscar Niemeyer. «Yllana» es una de las compañías de teatro alternativo más reputadas de España: se encarga, entre otras cosas, de la gestión del teatro Alfil, un clásico de la escena «off» de la capital de España. Han pasado en innumerables ocasiones por Avilés y por Piedras Blancas. Hace unos pocos días representó «Muu2» en el Valey y el año pasado hizo lo propio con «666», también en el nuevo centro cultural castrillonense. En el teatro Palacio Valdés «Yllana» presentó hace años «La cantante calva», el clásico del Absurdo de Eugène Ionesco, una de sus escasas producciones con nombre de autor.

-¿Qué de cómico tiene el capitalismo en estos tiempos que corren?

-Más que del capitalismo en «Brokers» nos reímos del ser humano, que tiene la ambición, el terror, de buscar y buscar más. Ya le digo: más que del capitalismo, nos centramos en todos nosotros, en los humanos consumidos por la especulación. «Brokers» es una espectáculo que reacciona contra la ambición de los humanos por el quiero y no puedo.

-La compañía «Yllana», ¿cómo acostumbra a crear sus nuevas producciones?

-Nos metemos tres o cuatro meses en el local de ensayos y, a base de improvisaciones, sale un producto cada año. Este de «Brokers» lo teníamos pensado para 2002 y 2003, pero nos surgió uno nuevo: «Startrip», el del espacio. Así que en 2006 lo retomamos.

-Entonces todavía no había crisis.

-No, desde luego que no. Nos hemos dado cuenta de la tremenda actualidad que tiene. El espectáculo nació mucho antes de la caída de Lehman Brothers (el banco que encendió la mecha de la recesión mundial).

-Ya tienen tiempo estos «Brokers».

-En 2007 hicimos una serie de preestrenos y el año siguiente lo presentamos oficialmente. Desde entonces el espectáculo no ha cambiado, sigue siendo el mismo. Lo que hemos hecho ha sido afinar los «gags». No ha habido ninguna incorporación nueva al montaje desde el día en que hicimos la primera función.

-Los suyos siempre son espectáculos de creación propia. Sólo hay una arista contraria: «La cantante calva».

-La comedia de Ionesco la montamos en nuestra época universitaria, es un texto al que teníamos cierto cariño. Llegó el momento de gestionar el Alfil, en Madrid, y pensamos entonces en volver a recuperarla. Ahora la compañía tiene entre manos: «El apagón», «The hole»... estamos abiertos a poner nuestra impronta en otroas montajes.

-¿Y se puede vivir de verdad de la farándula?

-Tal cual están las cosas es complicado vivir del teatro, pero nuestras producciones gustan mucho, más que nunca.

-Lo preguntaba por los malos tiempos que corren en las administraciones locales que programan a costa de pagar cuando pinte.

-Es un problema gordo. No se lo voy a negar. Pero nosotros lo que hemos hecho en estos tiempos es diversificarnos: aparte de las producciones, distribuimos y gestionamos el teatro Alfil.

-Actualmente, son muy pocas las compañías de repertorio en España.

-Tenemos en cartel «Muu2», también «666», «Brokers», «El apagón», «The hole». Sí, es cierto, son pocas las compañías que pueden mantener un repertorio.

-Y, pese a ello, siguen produciendo.

-Estamos preparando un espectáculo sobre el oeste.

-¿Ah, sí?

-Se llamará «Far West». Probablemente, lo estrenaremos el próximo junio.

-Acaban de presentar «Actioman».

-Con Raúl Cano, el monstruo de «666». Se trata de una pantomima gestual de más de una hora. Un trabajo arduo.