Amaya P. GIÓN

El hasta ahora director de la Fundación del Niemeyer, Natalio Grueso, asumirá la gestión, coordinación y programación cultural del Ayuntamiento de Madrid. El acuerdo entre el asturiano y el Consistorio madrileño que dirige Ana Botella (PP) se cerró ayer mismo, según ha podido saber este periódico, después de tres semanas de contactos entre las partes. Grueso, que confirmó a sus allegados la noticia, se hará cargo de algunas de las infraestructuras culturales más importantes de la capital de España, como el teatro Español, las naves de Matadero, el circo Price, el teatro Fernán Gómez, la Casa de Vacas o el Palacio de Cristal del Retiro y ayer mismo volaba ya rumbo a Nueva York para establecer contactos de cara a su nuevo cargo, según allegados.

Los mismos medios próximos a Natalio Grueso aseguraron que el impulsor del proyecto cultural avilesino -ahora bajo la gestión directa del Principado tras una larga polémica que sigue en el candelero- contaba con varias ofertas de trabajo, si bien finalmente aceptó la más reciente que le propusieron: ser el responsable de la programación cultural del Ayuntamiento de Madrid. Según las fuentes consultadas, los contactos comenzaron hace unas tres semanas, con constantes visitas de Grueso a la capital. Ayer por la mañana cerró los últimos detalles con el vicealcalde madrileño, Miguel Ángel Villanueva González, y el acuerdo quedó cerrado apenas dos días después de que LA NUEVA ESPAÑA adelantase que el Principado excluye al ex director del Niemeyer del expediente de regulación de empleo planteado por los servicios jurídicos de la entidad.

El reto que el Ayuntamiento de Madrid ha planteado a Grueso no es baladí. Su misión es «convertir la capital de España en un referente cultural de primer orden a nivel mundial y desbancar a referentes como Londres o Berlín de cara a los ansiados Juegos Olímpicos de 2020», según las fuentes consultadas. Para ello podrá impulsar producciones (como ya venía haciendo en el ahora denominado Centro Cultural Internacional Avilés) y tiene carta blanca para formar un comité asesor. Grueso manejará un presupuesto de 130 millones de euros «con el mismo objetivo que en Avilés: desarrollar un territorio desde el punto de vista cultural».

Las mismas fuentes aseguran que el principal defensor de Grueso para el cargo fue el delegado del Área de Gobierno las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Fernando Villalonga Campos, al que el ex director del Centro Niemeyer conoció ya cuando guiaba los rumbos de la Fundación Príncipe de Asturias y el ahora representante político en el Ayuntamiento de Madrid desempeñó labores diplomáticas. Villalonga, según la misma versión, aseguró a Grueso que ocupaba el puesto número uno entre los candidatos posibles para dirigir todos los teatros y centros culturales dependientes del consistorio madrileño.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, nombró a Villalonga responsable de las Artes de la ciudad el pasado diciembre. El benefactor de Natalio Grueso, que fue secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica y cónsul en Nueva York, entre otros cargos, tomó el relevo a Alicia Moreno.

Grueso llega a su nuevo trabajo en un periodo de vacas flacas, en las que algunas infraestructuras de la capital se encuentran en duda. Según las fuentes consultadas podrá manejar un presupuesto millonario y ha dejado el acuerdo atado de tal manera que podrá llevar consigo al equipo que lo acompañó en los últimos años al frente de la Fundación del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer.

El nombramiento de Grueso, ya cerrado aunque no ha sido comunicado de forma oficial, vuelve a poner sobre la mesa el futuro de la Fundación del Niemeyer. Su marcha deja descabezada la entidad, que permanece a la espera de las elecciones autonómicas del próximo día 25.

En medios próximos al Niemeyer aseguran que Natalio Grueso estaría dispuesto a seguir vinculado al proyecto avilesino, que en el caso de tomar aire la Fundación pasaría a dirigir el anterior ex director, Joan Picanyol. Como ya informó este periódico, los ex gestores del centro cultural de la ría desean ver encarrilado de nuevo el proyecto cultural avilesino, si bien son conscientes de que el escenario político, lejos de ayudar, hace prácticamente inviable su plan. Los apoyos, lamentan, cada vez son menos.

El patronato de la Fundación del Niemeyer no se reúne desde mediados del año pasado y no volverá a hacerlo hasta el 3 de mayo, tras los comicios autonómicos. Sobre la mesa estará la continuidad o no de una entidad sin Natalio Grueso, la ratificación o no de unos demandas judiciales contra el Gobierno de Asturias y una deuda de 900.000 euros. Y no sólo eso. El resto del equipo podría seguir los pasos de Grueso. El ex director del Niemeyer ha dejado todo encarrilado para que, en caso de que la Fundación acabe disolviéndose, pueda llevarse consigo a los suyos. El subdirector de la Fundación, Joan Picanyol, y el jefe de producción, Marc Martí, también se encontraban ayer en Madrid.