Francisco L. JIMÉNEZ

El patrón mayor de la cofradía de pescadores de Avilés, Gregorio López, cuyo cargo está en el aire debido a la anulación del proceso electoral por parte de la dirección general de Pesca, rompió ayer su silencio para pronunciarse sobre la intervención del viceconsejero de Recursos Autóctonos, Luis Peláez, en todo lo relativo a la resolución de las impugnaciones que varios armadores y pescadores presentaron cuestionando la legalidad de los comicios de la Cofradía y la posterior decisión de nombrar una junta gestora.

Gregorio López alega indefensión y tilda de «inconsciencia impropia de de un responsable político» la toma de decisiones tan graves como la que condujo a la anulación de las elecciones de la entidad pesquera. Más aún, el patrón mayor electo acusa a Luis Peláez de ser parte de un plan urdido en colaboración con miembros de la sociedad privada Lonja Avilés para despejar el camino a una hipotética toma de control de la Cofradía que tendría como objetivo final hacerse con la gestión de la lonja de pescado, ahora en manos de la sociedad Nueva Rula de Avilés. López denuncia una «intervención» en toda regla de la Cofradía y anuncia que dará batalla por evitarla.

«Durante estos últimos días he tenido ocasión de darle vueltas a la situación creada por las decisiones adoptadas por el gobierno regional de Foro a través del viceconsejero Luis Peláez, no sé si con el conocimiento y el consentimiento del Presidente del Principado y de su consejero de Agroganadería y Recursos Autóctonos. Dos cuestiones me llaman poderosamente la atención. La primera de ellas es que se condene a la Cofradía y se me condene a mi personalmente sin ser oídos. Desde los primerísimos días de noviembre, no se ha tenido contacto alguno en relación a las elecciones de la Cofradía con el Gobierno del Principado hasta que se recibió, cuatro meses después, la resolución con la que se pretenden anular las elecciones. Pero, curiosamente, y debo decirlo alto y claro para comenzar a dejar las cosas en su sitio, en esa resolución se analizan hasta 19 motivos de impugnación, dando la razón a la Cofradía en todos menos en cuatro. Solo cuatro puntos sobre alguno de los cuales ni siquiera se solicitaron informaciones aclaratorias y que, a juicio del equipo de abogados que se encargan del tema, se basan en errores y argumentos más que discutibles y traídos por los pelos para intentar justificar lo injustificable. Estoy seguro de que los tribunales nos darán la razón pero quizás entonces lo único que se podrá hacer es lamentar lo acontecido pero sin que el daño causado pueda ser reparado», manifestó ayer López a través de un comunicado.

El patrón mayor se pregunta «por qué Luis Peláez, cuyo destino tras el día 25 de marzo es una incógnita, asume en primera persona la toma de una decisión de tal gravedad en estos momentos. Indudablemente entiendo, y no sólo yo, que actúa en la creencia de su impunidad y en la más absoluta inconsciencia impropia de un responsable político. Todo lo que sea salir de esa idea lleva necesariamente a unas conclusiones que no se pueden asumir».

«No cabe en cabeza humana» -prosigue López- «que tres meses después de terminadas las elecciones en las cofradías asturianas, el Principado nos sorprenda con una delegación de funciones a favor de Luis Peláez precisa y exclusivamente para resolver impugnaciones electorales y formar gestoras. No conozco más cuestiones electorales que la de Avilés ni tampoco más pretensiones intervencionistas a través de gestoras que la de Avilés. Este dato no deja de resultar sorprendente; parece que Luis Peláez quiso asumir personalmente algo que quizás nadie quería asumir: intervenir Avilés».

Según Gregorio López, la razón que impulsa a Luis Peláez a «intervenir» la Cofradía de Avilés no es otra que «llevar adelante un proyecto o proteger o promocionar a alguien». Y a este respecto, saca a colación los «rumores que circularon antes y después de las elecciones del pasado octubre según los cuales Luis Peláez habría ofrecido a un grupo de armadores con un perfil muy significado, la gestión de la Nueva Rula previa toma de control de la Cofradía. Eran los armadores que quedan de la antigua sociedad Lonja Avilés. Estos rumores parece que se superaron con la llegada a la presidencia de la Nueva Rula de Raimundo Abando quien, en un consejo de administración en que Luis Peláez estaba presente, afirmó que la acción concertada del Gobierno del Principado y la Autoridad Portuaria (mayoría del capital) se mantendría en la iniciativa y responsabilidad de la gestión. Y así ha sido hasta la fecha».

La constitución de la gestora nombrada para hacerse cargo de la Cofradía hasta que se repitan las elecciones tampoco es del agrado de Gregorio López. «El señor Peláez plantea una comisión gestora integrada por dos grupos de personas. Un primer grupo serían funcionarios públicos que dependen de su persona de forma directa o indirecta. Y un segundo grupo es el de los representantes sectoriales. Aquí las cosas son más claras. Sólo desde la más absoluta ceguera puede negarse la absoluta parcialidad de las personas propuestas. Todos, absolutamente todos, están adscritos al que se autodenominó sector crítico: autores de impugnaciones, familiares directos de algunos de ellos, candidatos que aparecen y desaparecen en horas, personas que hace años han dejado la mar?»

Tanta «parcialidad», según Gregorio López, «sólo puede llevar a la conclusión de que Luis Peláez no es imparcial en este asunto, sino decididamente parcial. Y lo es de una forma radical, sospechosa. Eso, o el viceconsejero se deja engañar o actúa con una ligereza imperdonable en quien ha asumido la iniciativa. Ya solo faltaría por conocer los motivos».